¿Por qué el cambio de imagen y peinado de Claudia Sheinbaum? Esto dice la sicología

¿Por qué el cambio de imagen y peinado de Claudia Sheinbaum? Esto dice la sicología

Estrato social, empoderamiento, higiene y hasta la función natural son solo algunos de los temas que pueden surgir cuando se habla del cabello rizado, lo cierto es que la discusión se agudiza cuando en el tema entra una candidata presidencial.

 

A mediados de 2022 ocurrió algo que muchos notaron, otros no, pero que ahora se ha internalizado en la mayoría de los mexicanos al grado de que muchos ya no lo recuerdan y que tiene que ver directamente con la imagen de la aspirante a candidata para buscar la presidencia de la República en 2024, Claudia Sheinbaum.

 

La exjefa de gobierno de la Ciudad de México tuvo un período ajetreado con los constantes accidentes del Metro, la crisis de inseguridad y las críticas por las constantes giras al interior del país para promocionar sus aspiraciones políticas, aun siendo funcionaria de la CDMX.

 

Pero más allá de las políticas públicas o las soluciones inmediatas que tanto anhelan los ciudadanos, Claudia Sheinbaum decidió responder con un drástico cambio de imagen, el cual se centró específicamente en su cabello.

 

Si buscas en Google el nombre de Claudia Sheinbaum, sin duda te aparecerán miles de imágenes de la ex jefa de gobierno y muchas de ellas la muestran con su cabello rizado, ya sea corto o largo, así como con vistosos accesorios como aretes o diademas.

 

Era evidente que su grupo de asesores tenía puesta la mirada en modificar la imagen pública de Sheinbaum, sin importar las implicaciones no escritas que están relacionadas con el cabello rizado y con el cabello lacio.

 

Por ejemplo, la columnista del periódico El Universal Jaina Pereira retoma el tema del peinado de Claudia Sheinbaum con una experiencia personal, en la cual destaca que una vez no obtuvo un trabajo debido a que tomó ciertas decisiones en su imagen durante una entrevista.

 

Según el dicho de la columnista, la encargada de recursos humanos le hizo algunas recomendaciones al momento de que concluyó su entrevista, entre los cuales destacaba: no uses aretes tan grandes, ponte aunque sea un poco de sombra de los ojos y, sobre todo, no vayas nunca con el pelo rizado.

 

La columnista destaca el hecho de que esas palabras le hicieron eco por mucho tiempo y que regresaron a su mente al ver a la jefa de gobierno cambiar sus chinos por un alaciado perfecto, aretes pequeños y un discreto maquillaje que al inicio de su administración no usaba.

 

Clasista y racial

 

Este cambio de imagen ha generado diversos análisis también en las redes sociales, pues hay videos en plataformas como TikTok en los cuales la gente recuerda que, al menos en México, la televisión nos hizo creer a través de sus contenidos que las personas con el cabello rizado eran pobres o vulgares.

 

En la cuenta @miércolesdetianguis, se retoma el hecho de que durante las décadas de los ochenta y noventa los contenidos televisivos mostraban a las mujeres pertenecientes a un estrato social bajo generalmente con peinados de cabello rizado.

 

Pero como cualquier drama telenovelero, las protagonistas daban un giro radical a su vida y se volvían millonarias, pero además en el proceso perdían su cabello rizado y pasaban a lucir espectaculares cabelleras lacias.

 

En el tema racial, encontramos que el cabello rizado está íntimamente ligado a la raza afroamericana, quien durante los años 50 y 60 tuvo que luchar por los llamados procesos de integración en varios países.

 

Esto hizo que muchas personas, principalmente mujeres, que tenían el cabello rizado o afro, como se le conoce coloquialmente, recurrieran a procesos estéticos para alaciarlo utilizando diferentes aplicaciones químicas.

 

Fueron los movimientos raciales de los ochenta los que motivaron a las personas afroamericanas a enaltecer sus raíces y una forma de hacerlo era dejando de lado el alaciado de su cabello, para lucir sus prominentes chinos.

 

¿Qué dice la psicología?

 

Sin embargo, podemos ver que se trata de un tema que hoy en día ya no está tan encasillado como hace algunos años, pues claramente vemos a personas que ejercen el poder, brillan en la esfera pública y destacan en sus múltiples actividades luciendo cabelleras rizadas.

 

Tan sólo en México uno de los ejemplos políticos más destacables es la recién nombrada secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quien en su carrera política se ha caracterizado no solo por su juventud, sino también por su peculiar cabellera rizada.

 

Algunas páginas de internet que abordan análisis de recursos humanos para las empresas tienen apartados que se refieren específicamente a la psicología del peinado; dicen que el pelo rizado durante una entrevista laboral puede asociarse con una personalidad fuerte.

 

Las personas de cabello rizado también inspiran liderazgo e intuición, por lo que puede ser un peinado muy efectivo si aspiras a obtener un puesto que exija liderazgo, innovación y persuasión.

 

Si retomamos el caso de Claudia Sheinbaum, encontramos que la psicología del peinado considera que peinarse con una coleta, principalmente alta y bien peinada como es el caso del ex jefa de gobierno, se asocia directamente con mujeres que tienen ideas claras y con objetivos.

 

También podemos ver que para esta rama de la psicología, que tiene que ver con la imagen pública, el pelo liso puede transmitir seguridad, cercanía y preocupación por los detalles, de ahí que esté asociado con una interacción directa con el público o que implican el trato humano.

 

Es muy probable que los asesores de imagen de Claudia Sheinbaum hayan tomado en cuenta este tipo de análisis para determinar que, si bien los chinos no estaban mal, la aspirante presidencial debía lucir un look que transmitiera más seguridad e ideas claras, independientemente de que en el discurso las tenga o no. (Fotos: Diario de Yucatán, El Maya, Enfoque)

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