Paneles solares, una alternativa de energía con múltiples beneficios

Paneles solares, una alternativa de energía con múltiples beneficios

Foto: Pixabay

Con la idea de aprovechar al máximo los recursos naturales que ayuden al medioambiente, las energías alternativas se han vuelto la opción preferida de muchas personas. En este sentido, una de las formas de generación energética es con el aprovechamiento de la luz solar instalando paneles solares en los hogares. 

  

Los paneles solares son estructuras que permiten la captación y aprovechamiento de energía solar que, a diferencia de otros, es un recurso ilimitado que no afecta en la misma medida que otras formas de energía. Están compuestos por marcos de aluminio, placas de vidrio y células fotovoltaicas hechas de silicio cristalino o arseniuro de galio, que absorben la luz solar y la transforman en energía eléctrica

  

Posteriormente, la energía generada se dirige a un convertidor y de ahí se redirecciona a la instalación de una casa para el uso final. 

  

Anteriormente, los paneles solares estaban destinados a uso en industrias y sectores de alta demanda para hacer sus servicios más ecológicos, pero en la actualidad se han vuelto una opción más asequible para el uso en los hogares. Con todo esto, para muchas personas es una incógnita qué tan eficientes son para ahorrar energía y, sobre todo, qué tan accesibles son en costos. 

  

 

Los beneficios son muy comentados, pues al tratarse de una fuente natural, limpia e ilimitada no hay emisión de gases de efecto invernadero o generación de desechos y sustancias nocivas propias del proceso. Gracias a esto, se contribuye a disminuir los efectos del cambio climático y la huella de carbono es menor que con la electricidad convencional. 

  

Su mantenimiento también es una virtud, ya que no requiere grandes inversiones ni la presencia de un especialista. De manera preventiva únicamente es necesaria la limpieza del polvo u otras basuras que queden sobre el vidrio de los paneles, y solo en caso de alguna ruptura del cristal, de la estructura o falla en el sistema es obligada la intervención de un profesional. Por lo general estos paneles tienen garantías de varias décadas, en ocasiones por más de 30 años. 

  

Además de las ventajas que también representan para el medioambiente, también son una forma de disminuir sustancialmente los pagos por energía con instancias como la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Empresas como “Grupo MAE” aseguran que el importe en un recibo de luz puede ser hasta 99 % más barato con la instalación de los paneles en un hogar. 

  

Esto no sólo aplica para los gastos de electricidad, sino para los de gas, pues los calentadores solares sirven para aprovechar la luz del sol para uso diario en el baño, lo que se traduce en más ahorros económicos y energéticos. 

  

En la actualidad los diseños de las estructuras se adecúan a la imagen del hogar, resultando en paneles decorativos que combinan perfectamente con la casa. Gracias a esto, también se instalan a manera de que comparta funciones con la conexión a la CFE, haciendo que la energía de la comisión pase a segundo plano, más como respaldo. 

  

Ahora bien, pareciera que todo es bueno con estos artefactos, pero en realidad también pueden tener desventajas. Por ejemplo, el precio, que hoy en día sí es más barato que hace décadas, pero aun así es poco costeable para muchas personas. Varias empresas los venden dependiendo de la capacidad y tamaño, ya sean de cuatro o hasta 16 paneles. 

  

El precio va de 54,900 hasta los 209,900 pesos los de mayor tamaño. Aunque después esto se compense con los ahorros en facturas de gas o luz, no es algo que la mayoría pague fácilmente. Otros son relativamente más baratos, de 86,000 pesos por ocho paneles, pero en promedio cada uno cuesta arriba de 20,000 pesos. 

  

Finalmente, para que sean considerados verdaderamente ecológicos, estos deben ser verdaderamente sustentables. Dicho de otra forma, la energía que generen durante toda su vida útil debe ser superior a la energía que requirió todo su proceso de producción, desde extracción de materiales, hasta fabricación e instalación. Si al final, cuando sea necesario cambiarlos o desecharlos, esto no sucedió, no es un producto completamente autosustentable

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