A Carlos Ferreyra,
con un abrazo solidario
Pareciera que todos los mexicanos estamos “en la lela”.
La inmensa mayoría, entretenida y distraída en frivolidades inconsecuentes inducidas por Televisa –siempre cual “soldado del Presidente” en turno-- como ese reality show denominado La Casa de los Famosos” o algo así…
… mientras los menos, los que presumimos ser informados, también estamos mirando las musarañas, sólo atentos a las chanzas, reclamos, enojos, burlas, violaciones a la ley de Andrés Manuel López Obrador y a su muy adelantado y soso juego de “corcholatas” y gastos multimillonarios en propaganda ñoña, también inconsecuentes…
… juego que, para nuestra desgracia, ya es seguido por los opositores PAN, PRI y PRD, de Marko Cortés, Alejandro Alito Moreno y Jesús Zambrano, con sus respectivos “quitapones” y una reducida cauda de miembros de la llamada sociedad civil.
Y mientras, el país de verdad, el que ni siquiera es digno de mención en las matinés de AMLO es ya víctima del terror que provocan las innumerables bandas delincuenciales –cinco centenas, según un estudio reciente--, más todos aquellos que, ya por necesidad o ambición y hasta por despecho cometen crímenes en contra de la seguridad física y de la propiedad.
Un ebrio, por ejemplo, incendió apenas un bar sin licencia de funcionamiento en San Luis Río Colorado, Sonora, sólo porque lo expulsaron del lugar. Las llamas y el humo provocaron la muerte de 11 personas, entre ellas cuatro mujeres.
Y en distintos hechos ocurridos entre la noche del jueves y la noche del viernes fueron asesinados seis hombres y dos mujeres en los municipios de Chilpancingo, Taxco, Chilapa e Iguala, Guerrero.
Masacres, asesinatos, secuestros, feminicidios, extorsiones, fraudes cibernéticos y telefónicos, levantones, acoso, compra y venta de sustancias tóxicas, contrabando, desapariciones… la lista es larga, muy larga.
Eso tan solo en un fin de semana, como muchos fines de semana en los últimos tiempos.
Todo tipo de delincuentes actúan a placer y a sus anchas por todo el territorio nacional con la complacencia y hasta en complicidad de las (mal) llamadas autoridades que, precisamente, cada vez más carecen de autoridad.
Lo peor es que los carteles ya están empleando armas no convencionales como los que usan los ejércitos en las guerras.
La ciudanía, hombres, mujeres y hasta niños ya no estamos seguros ni en las escuelas. Vivimos a la expectativa de que algo malo nos suceda. Terror de ser potenciales víctimas directas o indirectas de las gavillas fuertemente armadas que pululan por todos los rincones del territorio.
¡Cómo estará la situación que, hasta un aspirante a suceder a AMLO, el priísta Enrique de la Madrid Cordero, ha dicho que una de sus metas como portador de la banda tricolor sobre el pecho será recuperar la paz y la tranquilidad en el país porque vivimos “un régimen de terror, un régimen de miedo”?
Cierto. Aunque lo nieguen las autoridades México ya no sólo está en manos de los delincuentes. Ahora, lamentablemente, estamos en poder de verdaderos terroristas que lo mismo incendian vehículos para impedir la libre circulación en carreteras, caminos y avenidas, que lanzan explosivos a comercios, que siembran minas explosivas antipersonales y antitanque, que lanzan bombas y granadas desde drones, que asaltan bancos…
¡Eso es terrorismo!
Miedo a que EU haga la tarea de la 4T
Un reciente “reporte emergente” de la consultora Riskop, especializada en asesorar a empresas en materia de seguridad, da cuenta de que “México ya está dentro de la fase cuatro (de terrorismo), particularmente en ubicaciones dentro de las regiones centro-occidente, noreste y sur-sureste”. Prácticamente, más de la mitad de todo el país.
¿Cuáles son las tres previas?
Los analistas de la consultora refieren que, de acuerdo con una clasificación de la especialista Donatella della Porta, hay una escala evolutiva de la violencia clandestina en cuatro fases:
“1. Violencia no especializada (bajo nivel de impacto, baja organización),
“2. Violencia semi-militar (bajo nivel de impacto, mayor nivel de organización),
“3. Violencia autónoma (uso espontáneo y dirigido de violencia de alto impacto con mayor nivel de organización) y
“4. Violencia clandestina (extrema violencia de grupos ampliamente organizados que recurren a todos los repertorios de agresión).”
¿Esto es nuevo? ¿Está o no está contemplado por nuestras leyes?
¿Tiene castigo?
Obviamente sí.
Nuestro Código Penal Federal considera como “actos de terrorismo” a todas aquellas acciones que busquen infligir daño emocional o terror entre la población civil, con el fin de incidir en las decisiones o el accionar de la autoridad.
Pero, apunta Riskop, “en México, el uso de dicho concepto ha sido evitado deliberadamente por todas las administraciones federales en la historia reciente, ya sea para cuidar una imagen política específica o impedir que, al denominar como ‘terroristas’ a ciertas organizaciones criminales, se dé pie a que otras naciones --particularmente EEUU—emprendan acciones puntuales dentro de territorio nacional.”
Y mientras, con la ausencia de autoridad y/o con la complicidad de ella, los mexicanos estamos expuestos al terror y a que nos lleve la chingada… que no es, precisamente, la finca solariega de AMLO.
Más actos terroristas los próximos meses
“Desde la visión de Riskop, en los siguientes 18 meses se verá una mayor desestabilización en el escenario de seguridad en México, por la confluencia de dos variables estratégicas…
“… por un lado, grupos criminales que han operado con relativa autonomía en los años recientes, continuarán la lucha entre ellos por el control de espacios geográficos de operación y rutas específicas (áreas vitales)…
“… por el otro, y no menos importante, organizaciones sociales de corte disruptivo incrementarán gradualmente sus acciones a fin de posicionarse frente al proceso político-electoral de 2024.”
En ese reporte emergente se apunta que las entidades “de particular preocupación” son Quintana Roo, Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Michoacán, Morelos, Estado de México, Jalisco, Zacatecas, Durango, Nuevo León y Tamaulipas.
Aunque los analistas no descartan el incremento de niveles de inseguridad y de disrupción político social en todo, absolutamente todo el país.
¿Qué hacer?
Ante el vacío de autoridad, tanto empresas como individuos debemos fortalecer nuestros sistemas de prevención y de seguridad…
… mantenernos informados las 24 horas del día y los siete días de la semana de lo que acontece a nuestro alrededor y,
… buscar, como si fuese una aguja en un pajar, canales de comunicación con autoridades confiables --¿las habrá?-- para reportar cualquier incidente por mínimo que éste sea.
Eso y solo eso podría llenar mínimamente los riesgos del vacío de autoridad ante el clima de desestabilización que ya tenemos encima.
Ya no nos distraigamos con el juego distractor de AMLO…
… ni con las pendejadas que transmite Televisa.
¿Okey?
Indicios
La ambición rompe el saco, señores generales –a la cabeza de los cuales está Luis Crescencio Social-- porque, ¿para qué pedir un presupuesto de 19 mil millones de pesos para construir cuarteles en zonas violentas como las arriba señaladas? No nos hagan sospechar, otra vez, de ustedes, por favor. Porque haciendo cuentas aritméticas de lo más sencillas cada uno de esos cuarteles costaría arriba de ¡mil millones de pesos! “¿Pues de qué piensan hacerlos –pregunta un conocido lector del Índice Político? Esos recursos deberían ejercerse para reclutamiento de las policías locales, con academias e instalaciones y salarios dignos, capacitación, profesionalización y equipamiento táctico de última generación en armamento, patrullas inteligentes y modernización de los C4, etc. Se engolosinaron con el poder y ahora exigen más recursos para seguridad pública en vez de seguridad nacional”, la cual es su real y verdadera misión de acuerdo a la Constitución. * * * ¿Será estrategia? El caso es que quienes sumisamente aceptaron ser llamados “corcholatas” cada vez hacen menos caso a su “destapador”. AMLO les pidió que bajaran espectaculares y retiraran todo tipo de propaganda, pero ahí sigue. ¿Lo dijo de dientes para afuera? O ¿de verdad ya ni lo pelan? * * * Por cierto que son más que justos los reclamos de las madres de los más de 110 mil desaparecidos que hay en el país, quienes inútilmente han pedido audiencia con el Presidente de la República sin que éste siquiera se dé por enterado. En cambio, sí recibió a la insigne argentina Estela de Carlotto, lideresa de quienes primero fueron Madres y hoy son Abuelas de la Plaza de Mayo, quienes han conseguido recuperar a hijos y nietos que les fueron arrebatados por las sucesivas dictaduras militares del país meridional. Al tabasqueño solo le interesan los reflectores nacionales y hasta extranjeros. Resolver problemas, acercarse verdaderamente a quien lo requiere no es lo suyo. * * * Como respuesta mediática a un tweet donde se le veía llegar al AICM con solo dos acompañantes, sin que ni una sola alma se acercara a ella, Claudia Sheinbaum grabó un video donde se le ve rodeada de un puñado de personas en una plaza dedicada al extinto cantautor Juan Gabriel. Así se confirmó, de acuerdo a otro de los pocos lectores de este espacio, que “es como el agua: sin color, sin sabor, sin olor”, a lo cual yo agrego que, por su estado natural, líquida, toma la forma del recipiente que la contiene. En este caso ha tomado la forma de Andrés Manuel López Obrador, ya ve usted que ahora hasta habla como tabasqueña. Juanga era priísta, hasta apoyó a Labastida contra Fox, luego de lo cual le cayeron diversas auditorías. Hoy doña Sheik lo usa al igual que a la guadalupana. Eso se llama no tener… * * * ¡Qué “perro oso”!, como dijera Xóchitl Gálvez, el que hizo el fiscal carnal de Campeche, Renato Sales Jr., al ponerse al tú por tú con un ciudadano que le reclamaba que, por falta de pruebas presentadas por la dependencia a su cargo, un juez había liberado al homicida de su hermano. Enfurecido, como loco, Sales Jr. amenazó y hasta chantajeó al contribuyente en repetidas ocasiones, cual se observa en un largo video que circula ampliamente en redes. * * * Y por hoy es todo. Le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!