El ajedrez es considerado una disciplina deportiva que, si bien no aparenta requerir de un gran esfuerzo físico, sí necesita de una gran concentración y agilidad mental para la aplicación de estrategias.
El 20 de julio se conmemora el Día Mundial del Ajedrez por iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas, quien en 2019 decidió conmemorar la creación de la Federación Internacional de Ajedrez.
Dicha federación se creó en el año de 1924 y, a casi 100 años de su existencia, ha logrado que el ajedrez sea considerado un deporte, como lo puede ser cualquier otra disciplina con un mayor esfuerzo físico.
Aunque en esencia el juego podría parecer sencillo por las reglas que tiene, la multiplicidad de estrategias que pueden llevar a un jugador a ganar una partida es lo que lo vuelve uno de los juegos de mesa más complejos y a la vez entretenidos.
Cada jugador tiene un rey, una reina, dos alfiles, dos caballos, dos torres y ocho peones, los cuales tienen un movimiento específico en un tablero que se encuentra dividido en 64 casillas.
El objetivo final del ajedrez es derrocar al rey del contrincante, pero para ello los jugadores pueden emplear diversas estrategias de ataque y defensa que les permita salvaguardar a su pieza principal.
Aunque el juego es perfectamente entendible y jugable por cualquier persona, desde sus orígenes se le ha asociado directamente con eruditos o personas de inteligencia superior, situación que no es del todo cierta.
No obstante, se puede reconocer que a las personas que tienen más desarrollada la habilidad cognitiva para las matemáticas tienen mayor éxito en este juego por la facilidad para generar y aplicar estrategias.
De hecho, la Federación Internacional de Ajedrez utiliza un método matemático basado en cálculo estadístico para establecer el puntaje de los competidores que les permite ocupar una categoría que va desde principiante hasta campeón del mundo.
¿Por qué es considerada disciplina deportiva?
El ajedrez, como todo juego de mesa, se juega principalmente en una mesa y con los jugadores sentados, cada uno en un extremo; sin embargo, trata de una disciplina que tiene el carácter de deporte olímpico.
Fue gracias a su esencia competitiva, interactiva, educativa y estratégica, que en 1999 el Comité Olímpico Internacional reconoció al ajedrez como una disciplina deportiva.
La modalidad de jugar el ajedrez no requiere un movimiento constante de piernas y brazos: sin embargo, se amerita un gran esfuerzo en la memoria y el análisis, por lo que el desempeño es principalmente mental.
En ese sentido, aunque pareciera que todo el esfuerzo es de la mente, también se requiere de cierta condición física para que el cuerpo pueda resistir una partida en un campeonato.
Por ejemplo, se han documentado partidas de ajedrez que llegan a durar más de cuatro horas, tiempo en el cual el jugador está constante presión ideando la mejor estrategia que lo lleve al triunfo.
Actualmente se estima que hay alrededor de 65 millones de personas que se dedican a jugar ajedrez, ya sea de forma amateur o profesional, por lo que es considerado una de las disciplinas que más ha crecido con el paso de los años.