Las serpientes son un tipo de reptil que durante muchos años ha alimentado mitos y leyendas que refieren su estatus de animal sagrado. Aunque, dependiendo de la cultura, también pueden ser vistas como referentes de engaño y tentación. Su popularidad también se debe a la creencia de que son animales agresivos, lo que las ha llevado ser las protagonistas de varias películas, algunas de ellas consideradas de culto.
El 16 de julio es el Día Mundial de las Serpientes, por lo que Imagen Poblana hace un recuento de las producciones que han dado pie al subgénero ecoterror, donde el contrapeso de la historia se centra en algún desastre natural o en animales que atacan a la gente, o la mezcla de ambos.
Anaconda (1997, Luis Llosa)
Esta cinta es una de las más famosas del género, aunque no por su buena dirección. El reparto estuvo compuesto por figuras en ascenso como Jennifer López y otras consolidadas como Ice Cube. Esta historia trata sobre un equipo de rodaje que busca filmar un documental. Mientras navega por el Amazonas rescata a un cazador de serpientes, Paul Sarone.
Sarone se ofrece como guía para el equipo de producción, pero el cazador tiene un solo objetivo, encontrar a la anaconda más grande del mundo. Aunque la película tuvo una recepción medianamente buena, años más tarde pasó a ser considerada de culto por ser una de las cintas pioneras del ecoterror.
Terror a bordo (2006, David R. Ellis)
Otro clásico del género, protagonizado por Samuel L. Jackson, es Terror a Bordo. Esta cinta llevó a un nuevo nivel el temor por las serpientes y la claustrofobia, ganando un séquito de fans que posteriormente darían pie a historias similares.
En este filme, el agente del FBI, Nelville Flynn (Samuel L. Jackson), aborda un vuelo de Hawái a Los Ángeles escoltando al testigo de un juicio. Durante el viaje, se deberá enfrentar a un cargamento de serpientes venenosas que fueron liberadas con la intención de eliminar al testigo.
Samuel L. Jackson aceptó protagonizar el film sin siquiera leer el guion, pues el título lo había atrapado. La cinta hoy es de culto.
Piranhaconda (2012, Jim Wynorski)
Piranhaconda, fue una de las primeras cintas de bajo presupuesto en tener notoriedad dentro de los fanáticos de la pantalla grande, al presentar una mezcla entre dos animales que tienen fama de ser agresivos, hablamos de una piraña y una anaconda. Con una idea como esa, ¿qué podría salir mal?
En esta película una mutación serpiente-piraña está furiosa porque han robado sus huevos y durante su implacable búsqueda va generando destrozos, gracias a su enorme tamaño es capaz de cazar desde personas, hasta helicópteros en pleno vuelo.
Snakes on a Train (2006, Peter Mervis)
Si creíste que Piranhaconda había llegado a extremos, debes mirar Snakes on a Train, una producción serie Z que está inspirada en el trabajo del director David R. Ellis. La cinta se permite ser más sangrienta y violenta, además de basarse en elementos sobrenaturales.
La trama habla sobre la maldición que posee una mujer que la hace incubar en el interior de su cuerpo a serpientes muy venenosas. Para poder desprenderse de ellas, tiene que viajar de Los Ángeles a México en tren, para ver a un poderoso chamán. Pero durante el viaje un montón de víboras atacan a los pasajeros, quedando atrapados dentro de los vagones.
Mega Snake (2007, Tibor Takács)
Siguiendo la tendencia de malas ideas, podemos encontrar Mega Snake, otra cinta de bajo presupuesto que logró tener un grupo de seguidores al presentar una historia sumamente irreal, al punto de no saber si es una comedia o una película de ecoterror.
La historia de esta cinta es sobre dos hermanos que pierden a su padre porque es mordido por una serpiente durante un extraño ritual. Años más tarde, uno de ellos, coleccionista de serpientes, decide comprar un reptil del mismo tipo al usado en el ritual, el cual nunca debe salir de su frasco ni comer animales vivos. Por supuesto, pasa todo lo contrario.
Aunque la idea sobre la agresividad de las serpientes es una tendencia entre la población, esto parecer ser solo un mito, ya que las serpientes suelen ser temerosas y evitan a toda costa a los humanos. Los únicos casos en que se ven obligadas a atacar son cuando se sienten amenazadas o acorraladas.
Así que la próxima vez que viajes en un tren, en avión o en un viaje por el Amazonas, evita pensar en serpientes.