Estamos a una semana de que en México se estrene una de las películas más esperadas del año, “Oppenheimer”, de Christopher Nolan, la cual promete ser uno de los acontecimientos cinematográficos más impactantes del verano. La película está protagonizada por estrellas como Robert Downey Jr., Emily Blunt, Florence Pugh y el estelar, Cillian Murphy, quien hizo cambios drásticos en su apariencia para el papel.
El actor irlandés declaró en entrevista para The Guardian que para dar vida a su personaje, Robert Oppenheimer, tuvo que bajar de peso drásticamente, por lo que incluso dejó de comer por días. Su dieta se basó principalmente en cigarros y pipas, aunque reconoció que no es un hábito sano, lo hacía para emular al científico.
A menudo los intérpretes se meten tanto en sus roles que hacen grandes sacrificios que transforman sus cuerpos completamente. Cillian Murphy es un caso sobresaliente, pero hay quienes han hecho cambios más pronunciados y para más de un papel, llegando al punto de parecer personas totalmente distintas. Aquí un listado de los actores y actrices que hicieron una metamorfosis para sus papeles.
En los cambios físicos, Christian Bale es el rey, pues a lo largo de su carrera ha subido y bajado de peso drásticamente en poco tiempo. El primero fue en la producción “El maquinista”, del 2004, para la que llegó a pesar solamente 54 kilos con una dieta de manzanas y atún. Para tener contexto del cambio, en el 2000 protagonizó “American Psycho”, en la que lució un cuerpo de más de 80 kilos.
Luego de “El maquinista”, Bale dio vida a un superhéroe en “Batman Inicia”, en 2005, un año después de que bajara de peso, subiendo 45 kilos en seis meses. En 2008 volvió al rol y en 2010 encarnó al exboxeador drogadicto Dicky Eklund en “El Peleador”, para lo que perdió otros 13 kilos. No fue lo último, ya que en 2012 volvió a ser Batman y llegó a 90 kilos nuevamente.
Por si fuera poco, en 2013 tuvo que subir de nuevo para la película “Escándalo Americano”; este es su pesaje más alto, alcanzando 104 kilos. En 2015 llegó a su peso normal, cerca de 80 kilos para “La Gran Apuesta” y en 2018 volvió a engordar para la película “Vice”, pasando los 100 kilos otra vez.
Otro actor que hizo una metamorfosis evidente fue Jared Leto en ‘El club de los desahuciados’, película del 2013 en la que retratan la crisis del SIDA en Estados Unidos. En esta cinta, Leto interpreta a Rayon, un transexual que vive con VIH, para lo que tuvo que bajar 13 kilos y usó pelucas y maquillaje con lo que quedó irreconocible. Antes de eso, en 2007, para la película ‘Capítulo 27’, dio vida a Mark David Champan, el asesino de John Lennon, para lo que subió 30 kilos.
En la película ‘Silencia’, del 2016, Adam Driver se sometió a una transformación considerable, ya que para la interpretación de su rol tuvo que bajar de peso, perdiendo 20 kilos y luciendo prácticamente en los huesos. Para lograrlo tuvo que bajar gradualmente su ingesta de comida al punto de que en días no comía nada, lo mismo que su compañero Andrew Garfield.
Para su papel ganador del Oscar en ‘Monster’, del 2003, la actriz Charlize Teron ganó cerca de 13 kilogramos de peso, usó prótesis dentales y todos los días de rodaje se sometió a horas de maquillaje para cambiar su apariencia y encarnar a la asesina en serie Aileen Wuornos. Es bien conocida como una actriz delgada, pero la preparación de la cinta la hizo subir 15 kilos.
La intérprete estadounidense Renée Zellweger fue una más de las que llevó a cabo una transformación, en específico para su papel en la producción. Para la primera parte de ‘El diario de Bridget Jones’, las exigencias del guion y la caracterización del personaje la obligaron a subir aproximadamente 11 kilos, con una dieta basada en comida rápida como pizza, hamburguesas, mantequilla de maní y helados.
Finalmente, un actor que sin previo aviso y contra el guion se decidió a cambiar su físico fue Marlon Brando, durante el rodaje de la película ‘Apocalipsis ahora’, en la que pasaron meses en la jungla y el actor empezó a trabajar con 40 kilos de sobrepeso, sumado a que se había rapado la cabeza y con frecuencia era problemático por no memorizar sus diálogos.