“El escenario te hace bailarín, no un papel”: Ana Laura Jiménez, bailarina de ballet

“El escenario te hace bailarín, no un papel”: Ana Laura Jiménez, bailarina de ballet

Foto: Eduardo Sánchez

Ana Laura Jiménez es coordinadora y bailarina en la compañía de Ballet Clásico de Puebla, durante los últimos 14 años ha dedicado su vida a la danza y espera que su trabajo, esfuerzo y dedicación la lleven a ser parte de la compañía Estable de Ballet del Teatro Colón, en Buenos Aires, Argentina. 

 
El amor por este arte nació en Aguascalientes, luego de que su madre la llevara a un curso de verano. Fue en esa escuela que vio unos cuadros con bailarinas y la señal fue captada al instante, pues supo que era al ballet, a lo que se quería dedicar durante toda su vida. 

 
La disciplina es demandante, Ana dedica al menos 5 horas diarias para mantener su técnica y desempeño en constante evolución:  

 
“No puedes dedicarte a hacer otra cosa si quieres ser bailarina, necesitas dedicarle tu tiempo completo sobre todo si estás en formación, debes ensayar todo el día, cuidar tu alimentación, tu figura, tu sueño y pues eso es lo que se te inculca desde chiquita y es lo que hago hasta ahora” 

 

 
Sus días suelen comenzar a las 7 am, tiempo que dedica a las primeras actividades del día, para luego llegar a los ensayos de la compañía que comienzan a las 10 am y finalizan a las 2 pm. Tras un descanso para comer, dedica el resto de su día para dar clases en la escuela de ballet clásico. 

 

“Ahora les estoy compartiendo un poquito de lo que mis maestros me dejaron a mí, las ensayo y me pongo a ensayar en las noches”, declara. 

 
Esta disciplina y pasión por el arte la han llevado a ser parte del colectivo artístico de baile, pero indica que el camino aún es largo, aunque sus planes a futuro contemplan el dar cátedra, espera tener una estancia en compañías de Estados Unidos o Europa. 

 
En este punto, destaca que suele ser complicada la migración de talento local dado a los diferentes prototipos de bailarines que hay que cada país, donde muchas veces las limitaciones físicas son el principal impedimento para lograr una residencia. 

 
A esto, hay que sumarles las lesiones y el paso del tiempo que también perjudican el desempeño de los bailarines, pero ese es un tema sin certeza y por el momento, se mantiene ocupada en su continua formación profesional. 

 


Ana apoya la formación empírica como estandarte de la formación de artistas, en este rubro señala que no es un título o papel el que te indica si eres bailarín o no, es el escenario y la experiencia, por ello mantiene en claro que para cumplir sus objetivos debe seguir la misma disciplina y trabajo que le han dado grandes frutos en sus apenas 20 años de edad. 

 
Su próximo reto, está en las presentaciones que ofrecerá junto a su compañía en vísperas del Festival Internacional de Ballet Clásico de Puebla, que se llevará a cabo a finales de mes.  

 
“Para entrar a una compañía vas a una audición, califican tu técnica, interpretación (...) Muchas veces pensamos que necesitamos un título para entrar, pero la verdad no, un papel no te hace bailarín, es el escenario, es donde te califican”.

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