Ya sea como medio de transporte o como una herramienta de trabajo, conducir un vehículo se ha vuelto indispensable para gran parte de los mexicanos y como no, también de los poblanos. Para manejar hoy en día en México se requiere de un permiso expedido por las instancias gubernamentales, pero no es igual en todo el territorio nacional.
En Puebla no existe un examen práctico para obtener la licencia de manejo, por el contrario, únicamente se requiere la aprobación de una prueba teórica que poco o nada certifica de la capacidad de manejo o la cultura vial de un automovilista. Este es un trámite que se debe hacer ante la Secretaría de Planeación y Finanzas o en algún Centro Integral de Servicios (CIS).
Como en todos los procedimientos, se exigen una serie de documentos que acrediten la identidad del solicitante y se pide el pago acorde a la vigencia que tendrá la licencia, siendo de tres o cinco años. Por otra parte, lo fundamental es la serie de preguntas que será de mínimo diez reactivos de opción múltiple en cada caso.
El cuestionario se basa en conocimientos prácticos y reglas de tránsito sobre señalización (altos, color negro sobre fondo amarillo, señales de carretera), límites de velocidad (escuelas, áreas residenciales, hospitales, etc), ocupación de espacios en la vía pública (estacionamiento para personas con discapacidad), así como la forma en que deben viajar al interior del auto los menores de edad, emplacado, uso de señales de movilidad (direccionales o intermitentes) y procedimiento en caso de siniestros.
Otras interrogantes están orientadas al comportamiento durante la conducción, principalmente alrededor de la interacción con otros automovilistas, vehículos de emergencia, seguridad al manejar y acercamientos con ciclistas y peatones. En todo caso, el argumento central de este interrogatorio es que el conductor tenga la idea sobre el manejo.
Esto es algo que se puede saber sin la necesidad expresa de saber conducir, ya que son cuestiones técnicas que se aprenden en línea e inclusive hay sitios donde se pone a disposición una serie de “guías de estudio” ya respondidas. En algunos casos el personal de las oficinas gubernamentales “ayuda” en caso de que las respuestas no sean acertadas.
No en todos los casos es el mismo test y varía de persona en persona, pero en términos generales las preguntas están orientadas a los tópicos mencionados; no obstante, si se falla en la mayoría de preguntas no hay impedimento para volver a hacer el trámite. Reprobar el examen solo significa que hay que iniciar desde cero las veces que sea necesario.
Una vez aprobado, con la certificación de los documentos requeridos y el pago correspondiente, la licencia se entregará ese mismo día en cuestión de minutos, sin que haya prueba de manejo en área cerrada o en calle que dé cuenta de que el solicitante verdaderamente sabe conducir o poner en práctica lo manifestado en el cuestionario teórico.
En entidades como el Estado de México y la Ciudad de México sí se son indispensables los exámenes con práctica para expedir la licencia, lo que sirve para que los conductores demuestren su conocimiento al volante y no solo en escrito.
En el Congreso local se ha impulsado la Ley de Movilidad que inclusive ya ha pasado en discusión por la comisión de Desarrollo Urbano, presidida por la diputada panista Guadalupe Leal, promotora de la iniciativa. Este proyecto aborda cuestiones como instaurar un Observatorio Estatal de Seguridad, alcoholímetros permanentes y reducción de límites de velocidad en zonas de prioridad, pero no establece la implementación de un examen teórico para las licencias de conducción. Actualmente Puebla es el segundo lugar a nivel nacional con más siniestros viales, lo que ha resultado en 22 muertes en lo que va del 2023.