En el año 2021, último dato disponible, las estadísticas mostraron que 50 países tuvieron tasas negativas de crecimiento poblacional. En esos países, que en su mayoría se consideran “desarrollados” se encuentra una tercera parte de los habitantes del planeta; ahora enfrentan un enorme reto ¿cómo lidiar económicamente con un declive poblacional que se agudizará en la siguiente generación?
Por primera vez desde que se lleva sistemáticamente el conteo de la población mundial se registraron descensos importantes, la pandemia de Covid-19 elevó la tasa general de mortalidad y se sumó a una tendencia que está presente al menos desde la última década del siglo pasado: en los países desarrollados ya no se quiere tener hijos. La mayoría de los países que están decreciendo son europeos, pero ya también se incluyeron asiáticos y latinoamericanos, entre ellos Puerto Rico, Venezuela, Cuba y Uruguay.
Los recientes datos han modificado las proyecciones poblacionales pues ahora sabemos que la humanidad está dejando de crecer más rápido de lo que se pensaba, a nivel planetario la población sigue creciendo, pero a menos del 1% anual. Alcanzará su máximo nivel en 2030 con alrededor de 9 mil millones de habitantes y a partir de ahí caerá rápidamente. En 2021, la población china, la más grande del mundo creció a 0.1%, en 2023 su crecimiento será del 0% por lo que el próximo año India será el país más poblado.
La variable más importante para calcular el decrecimiento de la población se llama “tasa de remplazo” y es el número de hijos por mujer, también se le conoce como tasa de fertilidad. Para que una población se mantenga estable las mujeres deberían tener al menos 2.1 hijos; 2 hijos para reemplazar a los dos gametos que le han procreado (papá y mamá) más una fracción adicional (21 hijos por cada 10 mujeres) que supone que no todos los hijos llegarán vivos a la edad reproductiva. A nivel mundial esta tasa fue de 2.3 en 2021, estamos al límite; entre 2027 y 2028 la tasa será menor a 2.
Algunos países como Corea del Sur y Puerto Rico tienen tasas de 0.8, por lo que en la siguiente generación se habrán reducido a menos de la mitad de los habitantes, pero más de 100 países, entre ellos México, ya tienen tasas menores a 2, bastará que en dos generaciones se mantengan la misma tendencia para que también se reduzca la población a la mitad.
Un caso particular es Japón, como se aprecia en la gráfica siguiente, alcanzó su máxima población en 2010 cuando llegaron a ser 128.7 millones de habitantes, desde entonces han disminuido en casi 3 millones y seguirán disminuyendo porque su tasa de reemplazo es de 1.3 y la población japonesa mayor a 65 años es de una tercera parte. Dentro de una generación, el país nipón se reducirá a la mitad y pasará a tener poco más de 60 millones de habitantes con lo que sería imposible sostener sus niveles de producción.
Elaborado con datos de Banco Mundial
Con una población en franco envejecimiento, los centros escolares para niños se empiezan a abandonar, al menos 450 escuelas cierran cada año por falta de matrícula y han entrado a un programa de reconversión, un centenar de ellas se convirtieron en centros culturales y comunitarios que reúnen principalmente a personas de la tercera edad.
Los hospitales infantiles también iniciaron una reconversión y muchos de ellos ahora serán geriátricos; en la década siguiente la mitad de las comunidades japonesas no registrarán nacimientos. La industria de la construcción de vivienda pasa por un momento adverso, hay más de seis millones de viviendas abandonadas, un 60% de los japoneses posee dos o más viviendas, pero no hay población suficiente para habitarlas.
Como agravante, Japón está entre los países con políticas migratorias más estrictas por lo que su fuerza de trabajo no podrá ser sustituida por trabajadores de otros países, ¿cómo se cubrirán las vacantes? Con tecnología. Los próximos años serán cruciales porque los japoneses pondrán a prueba su solución tecnológica y se conviertan en el primer país que entre al post-humanismo, una época caracterizada por que las inteligencias artificiales superan en número a los seres humanos.
El post-humanismo transformará radicalmente nuestra situación de especie, está marcado por el fin de la muerte (alcanzaremos longevidad récord y sustitución parcial y total del cuerpo biológico); el fin de la inteligencia humana (llegaremos a un nivel de estancamiento porque muchas actividades que exigían nivel cognitivo alto o complejo las realizará una inteligencia artificial) y el fin de la sociedad (la inteligencia artificial sustituirá las interacciones sociales para satisfacer nuestras necesidades). Si piensa que esto es ciencia ficción o demasiado futurista tiene que saber que esto ocurrirá en menos de diez años.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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