Desde inicios de mayo, en Hollywood se suscitó una huelga que puso en suspenso a toda la industria, ya que es parte fundamental de las grandes producciones, los guionistas. Series, estudios y producciones de cine se podrían ver afectadas, pero el panorama se avecina más sombrío con una huelga más de un sector igual de importante: el sindicato de actores.
Esto significa el mayor paro laboral en el área del entretenimiento de Estados Unidos, incluso más grande que el que se vio hace 15 años. Este sindicato (SAG-AFTRA) comprende a más de 160,000 actores que se desempeñan en Hollywood, no solo grandes estrellas, sino también a intérpretes en emergencia y aquellos que solo tienen papeles pequeños como extras.
El motivo de la posible huelga es que el sindicato ha pedido modificaciones a los contratos con los grandes estudios de producción que comprenden la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés), en las que se enumera a las grandes del streaming como Netflix y ahora Disney.
Las casas productoras de mayor prestigio en streaming no son claras en cuanto a los números de las audiencias que consumen sus contenidos, haciendo que para los artistas ya no caigan los pagos “residuales”. Estos pagos son los que da una cadena de televisión a los productores por retransmitir una producción y que beneficia a los actores en momentos cuando no tienen proyectos.
Con la proliferación de las plataformas en línea, se corta por completo el efecto de los residuales, por lo que ya no hay pagos más allá de los proyectos en curso. Ahora, el sindicato demanda que se den mejores pagos a los actores.
Sus exigencias se orientan a la mejora en las condiciones de trabajo, principalmente a cambios en los salarios para los actores, ya que incluso los partícipes de las grandes producciones tienen complicaciones económicas que no pueden solventar con los pagos que reciben actualmente. Algunos declaran que tienen que recurrir a segundos empleos con tal de alcanzar estabilidad.
Las negociaciones se iniciaron desde este mes, pero se puso sobre la mesa que, si para la última hora del 30 de junio no se llegaba a un acuerdo, los agremiados entrarían en huelga como ya lo han hecho los guionistas y escritores. A pocas horas de que esto suceda no se han dado pronunciamientos sobre un arreglo entre ambas partes, por lo que se avecina una huelga.
Más de 300 intérpretes ya han firmado una carta en la que se declaran listos y en apoyo a la huelga, entre los que se incluyen grandes estrellas y ganadores del Oscar. El 6 de junio, los artistas que dijeron sí al paro fueron Jennifer Lawrence y Meryl Streep, además de actores como Ben Stiller y Mark Ruffalo, quien también participó en las manifestaciones de guionistas.
Otras celebridades sobresalientes que firmaron la misiva son Elliot Page, Glenn Close, Liam Neeson, Kevin Bacon, Elizabeth Banks, Neil Patrick Harris, Brendan Frasser, Dave Franco, Rami Malek, Marissa Tomei, Zachary Quinto, entre otros.
Otras de las demandas de los agremiados es que se les dé garantías de cara a su futuro y la incursión de nuevas herramientas en la industria como la inteligencia artificial (IA). Con las nuevas tecnologías ahora es relativamente más sencillo que los productores se apropien de imágenes, audio y tomas con las que se podrían hacer cosas que los actores de verdad no aceptan, todo esto sin su consentimiento.
Los miembros del SAG-AFTRA piden que se regule la IA para que no se suprima su papel en un futuro y que se repliquen sus actuaciones sin que esto les dé algún tipo de remuneración. Finalmente, piden que se hagan cambios en las audiciones grabadas por los propios actores.
En la pandemia, debido al impedimento de laborar presencialmente, los actores audicionaron con grabaciones que ellos hacían y mandaban a los estudios y directores. Ante este escenario, piden que haya regulaciones con esta práctica que sigue vigente, pues no se tiene retroalimentación o al menos certeza de que los productores revisen a cabalidad las grabaciones.
En el mensaje final de la carta de protesta se lee lo siguiente: “Les pedimos que presionen por todo el cambio que necesitamos y la protección que merecemos”.
Las consecuencias de una huelga que iniciaría hoy son múltiples, no solo en los paros de producciones, sino que también se daría la ausencia de las grandes estrellas en alfombras rojas, galas de premiación, presentaciones públicas, entrevistas ante medios de comunicación o giras de promoción de películas o series, impactando directamente en el éxito de las cintas o series.
Un escenario similar se vivió entre 2007 y 2008, aunque en ese momento solo se vivieron huelgas de guionistas. En ese momento, se quejaron por el reconocimiento de los autores de las obras que se distribuían en diferentes modalidades y que no les daban rendimientos. La calidad de algunas series y películas se vio afectada de manera considerable.
Un ejemplo de esto fue la serie “Dr. House”, que en 2007 estaba en medio de la cuarta temporada cuando estalló la huelga. Normalmente, la serie emitía 24 capítulos por temporada, pero debido a la huelga de al menos 12,000 escritores, esa temporada se redujo a solo 16 episodios, dejando ver el corte abrupto en la historia por la falta de guionistas.