Joseph Blatter, el legado que manchó la pelota

Lo que se anuncia como una organización sin fines de lucro, la FIFA, se ha convertido en el blanco de numerosas críticas debido a varios escándalos de corrupción relacionados con sus dirigentes. Uno de los más recordados de la historia reciente es el caso de Joseph Blatter, quien dejó la presidencia del organismo hace ocho años, dejando atrás un historial cuestionable.

El 2 de junio de 2015, Blatter se alejó de la FIFA, apenas cuatro días después de su reelección y después de que la Fiscalía de Estados Unidos lo señalara por casos de corrupción. El cargo quedó entonces en manos de Gianni Infantino. Blatter se apartó finalmente del máximo órgano del futbol después de 17 años de una gestión cuestionada.

La historia de Joseph Blatter y la FIFA comenzó en 1975, cuando ocupó el cargo de secretario en diferentes áreas y se convirtió en un promotor del futbol en todo el mundo. Esto le permitió ir escalando posiciones dentro de la organización. En 1998, asumió el cargo que hasta entonces ocupaba el brasileño João Havelange.

A João se le atribuye convertir a la FIFA en el lucrativo negocio que es hoy en día, ya que firmó los primeros contratos en la historia con patrocinadores exclusivos como Adidas y Coca-Cola, así como los derechos de televisión. También logró aumentar el número de plazas para la Copa del Mundo en África, Asia y Oceanía, y estableció los primeros mundiales en categorías inferiores, como sub-17, sub-20, femenino y futsal.

Después de la salida de Blatter en 1998, se mantuvo el sistema establecido por João, que era gestionado por la empresa International Sport and Leisure (ISL), propiedad de Horst Dassler, quien era director de Adidas en ese entonces. Cuando la empresa quebró en 2001, le debía a la FIFA más de 1,600 millones de dólares, lo que llevó a Blatter a presentar una demanda. Sin embargo, después de ser reelegido en 2002, retiró la demanda en 2004.

Esto llamó la atención, y en 2005, una investigación reveló una serie de millonarios pagos que beneficiaron a João Havelange y sus allegados en Brasil. Aunque esto no tuvo consecuencias legales para Blatter, se cuestionó su actuación debido a la falta de acciones contundentes para investigar los hechos.

Entre los señalamientos se encuentra un pago de 2 millones de euros refectuado a Michel Platini en 2011, cuando este último era presidente de la UEFA. Supuestamente, estos pagos eran por asesorías que Platini brindó a Blatter entre 1998 y 2002, lo que planteaba un conflicto de intereses.

La investigación efectuada por Estados Unidos, iniciada en 2010 y revelada en 2015, determinó que hubo pagos que sumaron más de 150 millones de dólares, así como casos de crimen organizado que involucraron a 14 altos mandos de la FIFA. Estas investigaciones se intensificaron después de la designación de los mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente.

¿De dónde salía el dinero? Los ingresos de la FIFA entre 2010 y 2014 fueron de más de 5,720 millones de dólares por patrocinios y derechos de transmisión, de los que se repartieron 358 millones para los premios de la copa de Brasil, y 2,200 para gastos operativos. Del resto no se supo con certeza en manos de quién terminaron, pues hubo reportes que superaron los 370 millones de dólares por desembolso para el personal del organismo.

Durante años, fue un secreto a voces que Blatter convertía a la FIFA en su lucrativo negocio, supuestamente comprando votos para su reelección o designaciones a cambio de favores a las federaciones que se aliaban con él. El Mundial de Qatar 2022 fue objeto de especial atención en la investigación de Estados Unidos, donde se acusó al expresidente de la federación catarí en 2011, Mohamed bin Hamman, de sobornos. Se mencionaron más de 3.6 millones de dólares pagados a 30 ejecutivos. Estos hechos fueron detallados en una serie documental de Netflix estrenada en vísperas de la celebración del Mundial en noviembre.

Como resultado, el 21 de diciembre de 2015, la FIFA suspendió a Joseph Blatter y a Michel Platini de todas las actividades relacionadas con el futbol por un periodo de ocho años y les impuso una multa superior a los 50,000 dólares. Para muchos, esta sanción fue considerada insuficiente. Sin embargo, el asunto tomó otro giro cuando, en julio del año pasado, Blatter fue absuelto de todos los cargos en su contra.

Otros escándalos de corrupción en el futbol

Otros escándalos de corrupción en el futbol también han salido a la luz. Uno de ellos tuvo lugar en México, un país conocido por su alto índice de corrupción. En este caso, el entrenador uruguayo Gustavo Matosas, quien ganó dos campeonatos con León y también tuvo una breve experiencia con el América y el Atlético San Luis, fue implicado en una serie de audios en 2019, en los cuales se le escuchaba pedir comisiones por fichajes efectuados por el León cuando él era el técnico. Como consecuencia, fue despedido del equipo potosino y desde entonces no ha vuelto a figurar en ninguna escuadra en el país.

Este año, el segundo equipo más importante de España, el Barcelona, también enfrentó acusaciones. Se dio a conocer que el club pagó millones de euros a José María Enríquez Negreira, un alto funcionario del arbitraje español. Un tribunal en Madrid reveló que el club había entregado al menos 7 millones de euros entre 2001 y 2018 a Negreira por supuestas "asesorías" durante su presidencia en el Comité Técnico de Árbitros (CTA). La fiscalía del país presentó una denuncia alegando corrupción deportiva por parte del equipo catalán.

Otro escándalo relacionado con el Barcelona está vinculado al fichaje del astro brasileño, Neymar Jr. en 2013. En aquel entonces, el presidente Sandro Rosell afirmó que el Barcelona pagó 57.1 millones de euros por el fichaje de Neymar Jr. Sin embargo, posteriormente se reveló que el costo real ascendió a 150 millones de euros, que involucraban pagos a una empresa de asesoría, al padre del jugador y al propio jugador. Tanto Rosell como su sucesor, Josep Maria Bartomeu, fueron acusados de corrupción en relación con este fichaje, pero todos ellos fueron absueltos de los cargos por falta de pruebas.

En Italia, se produjo el escándalo conocido como "Calciopoli" o "Moggigate". En 2006, se hicieron públicos una serie de audios en los que directivos de clubes y árbitros discutían el arreglo de resultados y otros beneficios en partidos de la liga italiana. Los hechos ocurrieron entre 2004 y 2005, lo que llevó al descenso de la Juventus de Turín a la segunda división y a la retirada de dos títulos locales obtenidos en 2005. Otros clubes como el AC Milan, la Lazio y la Fiorentina también fueron sancionados con la resta de puntos y multas.