Dolor, crudeza y muerte: estas son las mejores películas bélicas

Dolor, crudeza y muerte: estas son las mejores películas bélicas

Foto: FreePik

Resulta difícil creerlo, pero aún en el año en que estamos los conflictos armados son una constante en todo el mundo. Naturalmente, a través de las distintas artes se ha plasmado la manera en que se vive una guerra y cómo lo sufren los soldados, dejando ver que no todo son actos heroicos como se habla en algunos relatos.

 

En este sentido, el cine ha sido una vía en la que se muestra con máximo detalle cómo es vivir una guerra y las secuelas que deja, tanto en lugares somo en los que participan. Ya sea mediante relatos personales, estrategias de batalla o simplemente con la exhibición de imágenes, hay grandes producciones que se han encargado de retratar este hecho.

 

Grandes directores como Stanley Kubrick, Steven Spielberg o Francis Ford Coppola han sido artífices de lo mejor del género bélico, acompañados de los actores más destacados como Tom Hanks, Marlon Brando o Kirk Douglas. La crudeza con la que retratan los sucesos hace que muchas sean etiquetadas como antibélicas, pues se concentran en la peor cara de la guerra.

 

Una de estas películas es “Senderos de gloria”, dirigida por Stanley Kubrick en 1957 y ambientada en la Primera Guerra Mundial, cuando el Coronel Dax, encarnado por Kirk Douglas, tiene que liderar una misión sin retorno, algo que lo pone en conflicto, pues sabe que es una sentencia de muerte para sus hombres y para él.

 

 

Es una cinta en contra de la guerra, con la que Kubrick detalla en una hora y media las injusticias de la batalla, al mismo tiempo que cuestiona la autoridad de los altos mandos en el frente, que envían hombres a combatir sin ninguna consideración. De igual manera, enseña cómo los soldados son los que sufren al seguir las órdenes más crueles sin oponerse.

 

Steven Spielberg se ha encargado de la realización de grandes obras en la historia del cine, dos enfocadas en hablar sobre la guerra y su entorno. La primera es “Rescatando al Soldado Ryan” de 1998, donde un pelotón comandado por John Miller (Tom Hanks) tiene la encomienda de salvar al cabo James Ryan (Matt Damon), uno de cuatro hermanos que fueron al frente en el Desembarco de Normandía. La razón por la que se quiere salvarlo es que sus otros tres hermanos ya han perecido, por lo que pretenden llevarlo de vuelta a casa.

 

 

En más de dos horas, Spielberg muestra con lujo de detalle la forma en que los soldados son abatidos apenas descienden a suelo francés. La maestría del director le valió para llevarse cinco premios Oscar y ser considerada una de las mejores en el género por críticos y la audiencia.

 

La otra es diametralmente opuesta, pues en “La lista de Schindler” de 1993 el director exhibe los horrores vividos por los judíos a raíz de la segregación en Polonia y cómo son tratados en los campos de concentración. Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán, decide llevarse a miles de judíos recluidos para que laboren en su fábrica, todo con la intención de mantenerlos con vida el mayor tiempo posible.

 

 

Está basada en una historia real y finaliza con una escena impactante donde, después de que concluye la guerra, Schindler se lamenta por no haber salvado a más personas. Ganó el Oscar a la mejor película de ese año y también le dio a Steven Spielberg la estatuilla a mejor director.

 

Erich Maria Remarque escribió uno de los libros más influyentes en contra de la guerra y que ha sido adaptado varias veces a la pantalla grande. Se trata de “Sin novedad en el Frente”, que el año pasado se estrenó y está disponible en Netflix gracias al cineasta alemán Edward Berger. La historia se centra en las filas alemanas durante la Primera Guerra Mundial; narra que al no haber los suficientes soldados, empieza el reclutamiento de adolescentes.

 

 

En su tiempo como combatiente, se cuenta la historia de Paul Baumer (Felix Kammerer) y cómo la guerra destruye su vida y su cuerpo, dejándolo solo tras la muerte de todos sus compañeros. Los contrastes son evidentes, entre el entusiasmo de Paul al enlistarse y su rostro después de ir a la batalla. Recibe ese nombre porque, a pesar de que las vivencias son traumáticas y devastadoras, no es más que un día normal en una guerra.

 

Luego de entregar “El Padrino”, Francis Ford Coppola mostró al mundo “Apocalipsis Ahora” en 1979, esta vez enfocada en los hechos de la Guerra de Vietnam. El capitán Benjamin Willard (Martin Sheen) del servicio secreto de Estados Unidos tiene la tarea de localizar y matar al coronel Kurtz (Marlon Brando), que está inmerso en la selva y ha establecido su propio mandato.

 

 

A parte de su historia, es memorable por las historias alrededor de su realización, pues hubo problemas para rodar, como negociaciones con tribus locales y permanecer más de 200 días en la selva de Filipinas. No fue todo, pues Coppola tuvo que lidiar con los productores para pedir más presupuesto continuamente, sumado a los conflictos con Brando, quien era un renegado y no acataba instrucciones, además de que tenía la costumbre de no aprender sus diálogos.

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