La creciente utilización de diodos emisores de luz (LED) ha llevado a una disminución en la visibilidad de la Vía Láctea y otros cuerpos celestes, lo que tiene consecuencias negativas para la salud humana y la fauna. Un estudio publicado en 2016 reveló que una de cada tres personas en todo el mundo ya no puede ver la Vía Láctea a simple vista debido a la contaminación lumínica, y esta situación empeora año tras año.
Investigadores del Centro Alemán de Geociencias señalan que el cielo nocturno se ha vuelto un 9.6 % más brillante cada año desde 2011 hasta 2022. Este aumento amenaza con ocultar la mayoría de las estrellas, excepto las más brillantes, en tan solo una generación. Por ejemplo, un niño nacido en un lugar donde antes se podían ver 250 estrellas por la noche solo podrá observar alrededor de 100 cuando cumpla 18 años.
✨???????? Milky Way nights en áreas de las Salinas y faro en Cabo Rojo! empezó el season y ya se puede ver la vía láctea en PR en lugares con poca contaminación lumínica! #milkyway #astrophotography #PuertoRico pic.twitter.com/uBpWzZH8AZ
— Migue (@miguepix) March 14, 2023
La contaminación lumínica puede reducirse mediante pequeños cambios en la iluminación, como asegurarse de que las luces exteriores estén bien colocadas y apunten hacia abajo, limitar su intensidad y utilizar un espectro de luz rojo-naranja. Sin embargo, la proliferación de luces LED azuladas ha eliminado el espectro de luz roja o infrarroja que es beneficioso para la salud humana, ya que estimula la producción de melatonina y ayuda a regular el azúcar en la sangre. Esto ha llevado a preocupaciones sobre el aumento de la obesidad y los casos de diabetes.
La iluminación artificial también afecta negativamente a la fauna, especialmente a las tortugas marinas, las aves migratorias y otros organismos que se guían por la luz de la luna. Además, la atracción de insectos hacia las luces artificiales puede tener un impacto perjudicial en el equilibrio ecológico, ya que muchos de ellos son una fuente importante de alimento para otros animales.
Este timelapse fue tomado a 16,500 pies sobre el nivel del mar en los Andes peruanos, durante la luna nueva. El aire seco, la altitud y la ausencia de contaminación lumínica hicieron posible ver muchas más estrellas de las que pudieran imaginarse.
— Rosario in Paris ???? ᥫ᭡ (@chayito09) May 23, 2023
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