Semana de nervios en los mercados financieros

Semana de nervios en los mercados financieros

Faltan 5 días para la fecha “X”, así han bautizado al 1º de junio, cuando el gobierno de Estados Unidos se quede sin dinero para cumplir sus obligaciones. Los mercados financieros cerraron el día de ayer en rojo porque aún no se llega a un acuerdo para elevar el techo de la deuda y aunque el gobierno de la unión americana movió su maquinaria informativa para calmar a los mercados, fue insuficiente. Esto podría pasar en esta semana que viene, será de nerviosismo.

 

Los mensajes que ayer, de manera coordinada daban agencias de gobierno y medios de comunicación afines a la gestión de Biden, mostraban esperanzas en que el acuerdo entre republicanos y demócratas para autorizar un mayor endeudamiento llegaría antes de la siguiente semana. Aún en el caso de que no hubiera acuerdo, se podría alcanzar pocos días después del primero de junio. Aún en el caso de que el acuerdo se alargara, Estados Unidos no caería en default de forma automática. Pero los mercados mostraron poca credibilidad y cayeron en picada. La bolsa de Nueva York no ha ganado nada este año, acumula una pérdida 0.77%.

 

Sin duda, Estados Unidos llegará a un acuerdo, antes o después del primero de junio, pero sólo por haber llegado a este punto ya tendrá consecuencias negativas tanto para el mercado de valores como para el mercado real.

 

Algunas proyecciones plantean que el mercado accionario caerá hasta un 15% de su valor entre el jueves 24 de mayo y el 1º de junio; por cada día que pase sin acuerdo las pérdidas podrían acumularse hasta llegar el 9 de junio con una caída de 33% del valor. El problema es que no sólo ocurrirá en las bolsas norteamericanas, todas las bolsas serán contagiadas inevitablemente.

 

Elaborado con datos del mercado

 

El mercado de bonos, que son los documentos de deuda que respalda el Tesoro de Estados Unidos, también será afectado. En esta semana previa, los tenedores de bonos estarán intercambiando documentos con fecha de vencimiento posterior al 1º de junio por documentos liquidables antes, lo que está bajando los precios. La calificadora Moody´s rebajó la calificación crediticia de Estados Unidos de AAA positiva a negativa, mientras que la agencia Fitch puso una alerta ante una posible rebaja. El efecto dominó es que la mayoría de los fondos de inversión en el mundo tienen algún respaldo en los bonos de Estados Unidos, si baja su precio, bajan los rendimientos generales, entre ellos los de fondos de pensiones. China es el país con mayor posesión de bonos de Estados Unidos.

 

Si bien es cierto lo que dijo ayer Biden, que Estados Unidos no caerá en un default automático, la incertidumbre del impago es dañina en los mercados reales. En economía le llamamos expectativas racionales: los contratistas, proveedores, pensionados o trabajadores del estado que consideren que el gobierno les dejará de pagar (aún momentáneamente) recortarán sus gastos de forma anticipada (algunos ya lo han hecho) y eso reduce la dinámica económica lo que conduce a una recesión. Sólo esta semana, la pérdida podría ser equivalente a 1 y 1.5% del Producto Interno Bruto. Y en caso de default cada semana le costaría a Estados Unidos hasta 4% del PIB, sería una crisis mayor a la de 2008.

 

Aunque después de que pase la fecha y posiblemente lleguen los acuerdos y se reactive la economía en un efecto “rebote”, es decir los mercados financieros experimenten subidas extraordinarias, la economía real (de la producción y los servicios) tardaría más tiempo en recuperarse, posiblemente hasta diciembre de este año. Esto arrastrará al resto de las economías mundiales, sobre todo las más relacionadas con Estados Unidos, como nosotros.

 

Por último, hay que considerar los efectos de ese acuerdo. Los republicanos (oposición) quieren obligar a los demócratas (oficialismo) a asumir una política fiscal restrictiva (reducir el gasto público) por lo que Biden debería recortar programar y estímulos a una parte importante de la población; hacerlo en vísperas de las elecciones significa volverse impopular. Aún más, el efecto de una política restrictiva es llevar a la economía a una recesión. Parece ser que no hay escapatoria, en miles de escenarios posibles, Estados Unidos se contraerá económicamente este año.

 

Esta situación no es coyuntural, es el resultado de un desgaste largamente anunciado, el mundo está dejando la dolarización y el proyecto hegemónico de Occidente está endeble. China y Rusia avanzan con firmeza y podrían asestar este mismo año el tiro de gracia si llegan a un acuerdo para que los países del Pacífico Oriental utilicen el Yuan como moneda de intercambio, esto representa una tercera parte del comercio mundial e involucra a más del 60% de la población humana. ¿Nuestros ojos verán la caída del imperialismo yanqui? Estaremos atentos.

 

 

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

 

YouTube: #BandalaNomics