Una tradición tan controversial como antigua, las corridas de toros siempre han estado en el debate social por quienes lo consideran un espectáculo donde se causa sufrimiento innecesario a un animal, pero también por las personas que ven en esta actividad un riesgo para los toreros. Para mala fortuna de los matadores, no han sido pocas las veces en que un toro agrede a la persona frente a él.
Actualmente, uno de los hechos más llamativos sucedió en la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, cuando el matador Joselito Adame fue embestido por un toro. En un video difundido en redes sociales se puede ver cómo el enorme animal da una cornada al torero y lo lanza por los aires. Posteriormente, procede a levantarlo nuevamente cuando está en el suelo hasta que otros toreros entran a auxiliarlo y distraen al animal para quitarlo de su mirada.
Joselito intentó seguir con la corrida después del ataque que sufrió, pero se le negó la entrada nuevamente a la plaza y se le llevó a un hospital para analizarlo. Ahí se determinó que tuvo una conmoción cerebral, producto de la caída. De igual forma, por las cornadas que le propinó el toro, Adame tenía múltiples heridas en la pierna izquierda, aunque se descartaron riesgos mayores.
Imágenes del percance hoy en el onceavo festejo de la #FNSM23, Joselito Adame es prendido de manera aparatosa, perdiendo el conocimiento. Gran raza torera que después de la espeluznante cogida tuvo la hombría de salir a despedirse de su gente, antes de ser trasladado al hospital. pic.twitter.com/ytT17jKU9R
— Joselito Adame (@JOSELITOADAME) May 2, 2023
Para este tipo de espectáculos se suele usar los llamados toros de lidia, grandes bovinos que pueden pesar entre 300 y más de 500 kilogramos. A Joselito le tocó torear a “Cayito”, un ejemplar de 546 kilos. Pueden alcanzar velocidades de 25 kilómetros por hora, por lo que una embestida de puro músculo es causa de lesiones en el cuerpo, además de sus cuernos que, a pesar de que algunas veces se rebajan para las corridas, no dejan de ser otro peligro.
El de Joselito no fue el primer accidente de esta naturaleza y seguramente no será el último, pues aunque se busca terminar con este espectáculo, los aficionados, toreros y criadores de toros bravos siguen alentando a su práctica.
Para ver otro escenario similar no tenemos que ir demasiado tiempo atrás ni movernos de localidad. Antes de Joselito, otro incidente también aconteció en la Feria de San Marcos de este año, en esta ocasión sufrido por Arturo Macías el 29 de abril. Mientras intentaban dominar al toro, este le dio dos cornadas en cuestión de segundos que, aunque no lo derribaron, sí fueron suficientes para dejarlo fuera del show.
Este es el momento en el que Arturo Macías “El Cejas” es embestido por el toro, durante la corrida de esta tarde en la Plaza Monumental Aguascalientes. #FNSM2023 pic.twitter.com/qQ8s3UoNDa
— José Luis Morales (@JLMNoticias) April 30, 2023
Macías salió por propio pie de la escena, pero era notable su dolor en las costillas. Ya en el hospital los doctores se dieron cuenta de que “el Cejas”, como le apodan, tenía el pulmón perforado y su estado de salud era delicado. La cornada le provocó una herida de tres centímetros de ancho y ocho de largo. A través de sus redes sociales publicó una fotografía donde se le veía en la cama de terapia intensiva con las heridas de la cornada visibles a su lado derecho.
Este año también, pero el 12 de febrero, el cuarto festejo del Serial Taurino de la Feria de León, Guanajuato, vio como Octavio García, alias ”el Payo”, sufrió una cornada en medio de su acto. La zona del impacto fue lo que más preocupó a los asistentes, pues se dio en la parte del ojo que terminó sangrando, haciendo más alarmante la escena.
Después de practicarle los análisis correspondientes, se pudo determinar que no hubo daños en el globo ocular ni en el pómulo. Quedó fuera de peligro, pero sin posibilidades de volver al festejo en el momento, pues sus heridas se dieron más en el canto interno y el párpado superior, así como una fractura en el hueso nasal.
La Feria de San Marcos tiene historial de estos accidentes en la tauromaquia y uno de los más recordados fue el que padeció el torero español José Tomás en 2010. En el momento se le consideró muy grave por la cornada que le ocasionó una herida de 15 centímetros, lo que provocó que perdiera mucha sangre en el trayecto de la plaza a la enfermería y luego al hospital.
Un poquito de justicia durante el serial Taurino de la Feria de León, Octavio García “El Payo” recibió una cornada entre la órbita ocular del pómulo izquierdo y el tabique nasal pero su dolor no se compara con lo que sufre un toro durante la corrida de terror. pic.twitter.com/7FKIdi3EiX
— Gabriela Avila (@babbimex) February 13, 2023
Toda la sangre que derramó se debió a que el toro de lidia le perforó la pierna, partiéndole un paquete vascular, además de que rompió la vena femoral y la arteria ilíaca. Para salvarlo, tuvo que ser sometido a una operación de casi cuatro horas, pero después de eso se le catalogó como fuera de peligro.
La fiesta brava es un acto que siempre tiene riesgo implícito, pues meterse a un lugar a enfrentar a un animal de tal magnitud puede llevar a un desenlace fatal. Alguien que vivió algo así fue el tlaxcalteca Manuel Rocha, conocido en las plazas como “el Rifao”. Los hechos tuvieron lugar en Apizaco el 11 de marzo del 2021 cuando hacía su presentación y sufrió múltiples cornadas, una de ellas en el cuello, hasta que finalmente el toro lo lanzó por los aires y lograron apartarlo del sitio.
Primero fue un cabezazo que lo desconcertó, seguido del impacto con los cuernos y la lanzada que lo hizo caer con la cabeza, perdiendo el conocimiento. En el momento su salud fue reportada como grave pero estable, lo que causó el término de su carrera en 2022.
En el norte del país también se celebran estas fiestas, por ello tampoco están exentos de los altercados con los toros. Un ejemplo es la embestida que le proporcionó un bovino al diestro Héctor Cobos el 19 de marzo del 2021 en la plaza Monumental, ubicada en Zacatecas. En medio de su presentación en caballo cayó y fue atropellado por el toro, lo que le ocasionó una herida de 15 centímetros de profundidad.
Pudo arrastrarse él solo para alejarse del toro y para salvarse requirió cirugía en el glúteo derecho por desgarro de tejido. A esto se sumó la liberación de un hematoma que le ocasionó mucho sangrado, por lo que pasó varios días internado. Esta no fue la primera vez que Cobos fue atacado por un toro, pues antes, en Durango, fue embestido también y tuvo que ausentarse de las corridas por meses.