Con el final de temporada en Europa cada vez más cerca, el balance que se puede hacer de México y sus representantes de nueva cuenta parece haber quedado a deber, y es que aun y cuando en Italia, Grecia y Países Bajos hay elementos que pueden conseguir el título de liga con su equipo, de nueva cuenta los jugadores aztecas no han sido los protagonistas de la historia, pasando a segundo o incluso hasta un tercer término que los pone lejos del estrellato.
Al no existir ese protagonismo en el viejo continente, mucho se habla de los malos manejos que tiene la liga local y de qué tanto interfiere en la carrera de sus futbolistas para que estos no destaquen una vez emigran a Europa, pues parece que los mexicanos solo tienen un par de caminos, que son el de volver a casa con el fracaso en la mano o ser un suplente poco productivo que busca nuevas oportunidades de juego.
Mientras la Liga BBVA MX siga criando de mala manera a sus futbolistas, estos rara vez podrán ver el éxito en un continente donde la forma de pensar es completamente distinta, no compartiendo y adoptando los elementos aztecas esas convicciones de los formados o nacidos en Europa, ya que ellos han llegado muy tarde para aprender de ello.
Aunque se sabe que el futbol en estas últimas dos décadas se ha enfocado mucho en la inmediatez, el viejo continente ha apostado siempre por el trabajo paulatino y progresivo, buscando incluso los mismos futbolistas iniciar siempre en clubes formadores que les abran las puertas a las mejores ligas del mundo, convirtiéndose su carrera en un ciclo donde las mejoras y constancia siempre atraerán premios grandes en su trayectoria.
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