México registró una caída de 1.8 por ciento en la generación de energía limpia, de acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace). La caída se atribuye a la disminución de la generación de energía eólica y solar fotovoltaica, de 3.6% y 4.6%, respectivamente.
Entre 2017 y 2022, la energía limpia aumentó un 48.4%, pasando de 58.7 a 87.2 TwH, por su parte, la energía generada a partir de combustibles fósiles incrementó 1.1%. Sin embargo, en un solo año se registró una caída en las energías limpias, poniendo a México más lejos de su meta de generar electricidad a partir de fuentes con bajas emisiones.
La electricidad generada con baja huella de carbono en 2022 fue del 26.1 por ciento, 1.4 puntos menos que lo registrado en 2021. Además, la cifra está nueve puntos por debajo de la meta establecida en el Acuerdo de París, el cual estipula que 35% de la generación eléctrica será mediante tecnología limpias para 2024.
Dado el contexto anterior, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), analizó las tendencias de la generación eléctrica con diferentes tecnologías en México. El centro de investigación señaló que solamente la energía limpia de nucleoeléctrica y geotérmica generaron menos electricidad en 2022 en comparación con 2017. Por su parte, la biomasa, eólica, hidroeléctrica y solar fotovoltaica, tuvieron tasas de crecimiento de entre 12.3 y 4.59%.
Sin embargo, de acuerdo con el IMCO, el crecimiento de la generación a partir de hidroeléctricas no es una buena noticia, pues tienen un impacto en la disponibilidad de agua. Además, la energía generada debería emplearse como reserva y distribuirla en momentos de alta demanda.
Las energías limpias variables, es decir, el solar fotovoltaica y eólica, presentaron las mayores tasas de crecimiento entre 2017 y 2022. Este incremento se dio por el desarrollo del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y las subastas eléctricas de largo plazo, realizadas entre 2015 y 2017. Pero, la generación eléctrica por medio de ambas tecnologías se redujo entre 2021 y 2021.
Asimismo, se incrementó la energía generada por medio de ciclos combinados y turbogas; aunque, el uso de combustibles fósiles creció un 1.1/ entre 2017 y 2022. La energía generada en centrales térmicas convencionales y la carboeléctrica tuvieron una reducción de 52.2% y 50.5%, respectivamente.
Los crecimientos de las tecnologías en los últimos años reflejan la transformación de la composición de la matriz de generación de la electricidad de México, aseguró el IMCO. Sin embargo, se ha observado un detrimento en las energías limpias, por ello, alertó que de no acelerar el despliegue de energías bajas en emisiones, el país se convertiría en uno menos competitivo. (NotiPress)