Demostrando la importancia que tendrá el juego de este jueves ante Tigres en el estadio Volcán, el Puebla de la Franja decidió encerrarse y en medio de un hermetismo se prepara para el cotejo más importante de la temporada ya que si pierde prácticamente quedaría eliminado todavía con una jornada por disputar.
Por primera vez en el torneo, el conjunto camotero decidió cerrar sus puertas y no dar atención a los medios de comunicación previo al choque ante los regios, evitando así la filtración de información y que el técnico Eduardo Arce pueda trabajar con tranquilidad sin ningún aspaviento.
Los blanquiazules han estado trabajando en el estadio Cuauhtémoc y este miércoles harán el viaje a la Sultana del Norte para encarar su choque en un atípico día, esto derivado de la petición de los felinos de adelantar su juego debido a su compromiso de la siguiente semana por las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf en la que enfrentará a León.
Con 17 puntos y una diferencia de goles de -8, el Puebla está ubicado en el lugar 14 de la tabla general, lo que demuestra que ha sido un torneo sumamente irregular para el equipo derivado del desarmado del plantel que sufrió con la venta de sus figuras en el invierno y la llegada de refuerzos que no han pesado.
Si el Puebla pierde contra Tigres, esta misma jornada podría quedar eliminado y sin posibilidades de poder clasificar a la fase final siempre y cuando tanto Atlas como Pumas ganen sus respectivos partidos ante Necaxa y América.
Un empate le podría dar cierto respiro, aunque sí se dan las victorias de Atlas y Pumas llegaría muy condicionado para el último partido de la fase regular en la que recibirán a Xolos de Tijuana en el estadio Cuauhtémoc. Mientras que si da la sorpresa y le pega a Tigres aseguraría llegar con vida a la última fecha y metería presión a los rojinegros y a los felinos.