El 16 de abril es una fecha significativa porque es cuando se conmemora el día del emprendimiento. Hoy se busca celebrar a aquellas personas que se atreven a tomar las riendas de su futuro económico con el inicio de un negocio propio. Otro de los objetivos es seguir alentando a las personas a que emprendan y se adentren en el mundo empresarial.
Los pequeños negocios son de gran importancia para las economías locales, ya que son generadores de empleos y fomentan el crecimiento en las localidades. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 4,9 millones de Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES). Después de la pandemia, más de un millón se iniciaron a partir del 2021 por la necesidad de la gente de tener mayor control sobre sus finanzas.
Los emprendedores son quienes se deciden a salir de su zona de confort y arriesgan su estabilidad económica para inaugurar sus empresas. Sin embargo, no todas llegan a concretar su objetivo de lograr el equilibrio necesario para sobrevivir, ni mucho menos el de crecer.
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El Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial señala que 75 % las PyMES que surgen como emprendimiento terminan fracasando antes de llegar a dos años de operaciones. Múltiples instituciones financieras alertan a los emprendedores sobre los motivos que hacen que los pequeños empresarios terminen cerrando.
Dichas instituciones enlistan que el mal manejo de las finanzas y el flujo de dinero es la razón más común, ya que no hay un establecimiento previo de cómo tener cuentas sanas. En este sentido, tener capital de inicio es menester para conseguir la solvencia necesaria para resistir los primeros meses. Asimismo, no tener en cuenta las exigencias del mercado en que se desempeñan es otro motivo de alerta, sumado a la planificación deficiente de procesos de trabajo.
Si se emprende junto a socios, todas las partes involucradas deben tener en claro que el flujo de dinero será variable, ya que si hay diferencias en la administración, el negocio podría ir en picada con el tiempo. Adaptarse es una arista más, puesto que los mercados son cambiantes y las tendencias de consumo no son estáticas, por lo que adoptarlas rápidamente resulta determinante para el futuro de un emprendimiento.
Otras de las causas más comunes de que los negocios nuevos cierren, es que no se establecen precios y formas de venta que hagan rentable a la empresa. Finalmente, para que una organización funcione adecuadamente es importante que el personal que labore en ella sea el mejor capacitado y que entienda a cabalidad los objetivos y procesos internos.
Consejos para iniciar un emprendimiento
Emprender no es una situación que se tome a la ligera, ya que es la forma en que las personas esperan conseguir su sustento diario, por lo que debe hacerse sobre un asunto que realmente apasione a los interesados. El producto o servicio que se trabajará es crucial, ya que hay que distinguir si es algo duradero o una tendencia pasajera. Para estar más cerca del éxito, resulta prioritario rodearse de personas con los mismos fines y que compartan la visión.
Una vez que se resolvió la primera cuestión, es clave establecer un plan de negocios en el que se plasmen los objetivos de la empresa a corto, mediano y largo plazo. Aquí se hará la planificación de cuánto y cómo crecerá el negocio en determinado tiempo, más la estructura organizacional en la que se determinarán las dificultades a las que se podrían enfrentar.
En este plan es donde se enuncia la misión, visión y valores de una empresa. Todo esto se debe llevar a cabo con detenimiento para que sea realista y apegado a los objetivos, además de que sirvan para seducir a los potenciales clientes o personas que quieran sumarse al proyecto.
Precisamente en la vertiente de los clientes, ya que se definió lo que se ofrecerá y el plan de negocios, hay que estudiar al público objetivo, cómo se comporta y cuáles son sus hábitos. Esto es relevante porque ayuda a fijarnos en cuanto es capaz de pagar la gente a la que se dirige el negocio y si realmente está interesada en el mercado.
La parte del análisis no se detiene en el público, ya que también se debe estudiar a la competencia. En estos se puede ver como se mueve el giro y cuáles son los puntos fuertes de entorno. Cuando se emprende, hay que empezar a ver a aquellos que tienen capacidades similares.
Una de las razones por las que muere un negocio es que los emprendedores no saben cómo controlar sus finanzas. Ya sea para un servicio o un producto, hay que delimitar procesos, dictar costos y buscar que el presupuesto alcance para que todas las áreas se cubran sin que haya déficit.
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En los negocios a cualquier escala, hay escenarios donde se debe reaccionar con prontitud para no caer. Todo el tiempo hay nuevas formas de vender, problemas o conflictos económicos que afectarán, por lo que hay que anticiparse y saber adaptarse para que el negocio prospere.
Actualmente hay muchas herramientas tecnológicas a disposición que sirven para tener más difusión y llegar a potenciales clientes con facilidad. Las redes sociales son la vía ideal, ya que son gratis, aunque requieren inversión para crecer, pero permiten dar a conocer la empresa y entablar diálogos directos con el cliente para estar al tanto de sus necesidades, así como de áreas de oportunidad de mejora.
Bajo esta premisa, hay ocasiones en que la identidad gráfica ayuda a formar comunidad y hacer que la gente vea en nuestro negocio una forma de relacionarse. Un buen logotipo o asesoramiento publicitario cumple con esta función.
El comercio electrónico es una ventana más de posibilidades, ya que da la posibilidad de expandirse a lugares más lejanos y llegar a más gente en internet. Primero hay que analizar la viabilidad de inscribir un negocio en esta modalidad, aunque en primera instancia se debe estudiar el desarrollo en los meses iniciales para adentrarse a esto.
