Con estilos de vida tan acelerados y de alta exigencia, muchas personas tienden a presentar alteraciones en sus hábitos diarios. Entre estos se incluyen las afectaciones a las rutinas de sueño, no solo en la falta de descanso, sino en el deterioro de la integridad física y sicológica.
Los trastornos del sueño son aquellas afectaciones que dificultan dormir o permanecer en este estado por el tiempo necesario para descansar adecuadamente. De manera contrastante, también se manifiestan causando que las personas duerman demasiado sin poder despertar por sí mismas, o que lo hagan repentinamente en cualquier lugar y momento y no se relajen a pesar de estar en cama.
Los trastornos de esta naturaleza tienen repercusiones en múltiples áreas de la vida, como la salud física, mental y las relaciones interpersonales. Además, al momento de ejercer otras tareas, un sueño deficiente impide el desempeño eficaz y seguro en actividades como el manejo de automóviles o maquinaria pesada.
En cuanto al trabajo diario, permanecer despierto por horas causa un desfase en el reloj biológico o fase de sueño retrasada, ya sea por dormir hasta la madrugada y despertar muy tarde o acostarse muy temprano y levantarse en las primeras horas de la mañana.
Irritabilidad, depresión y ansiedad son parte de las consecuencias de suprimir los periodos de sueño en una persona. Las más severas también abarcan los riesgos de tener la presión arterial alta, enfermedades del corazón, problemas cerebrovasculares, insuficiencia renal, obesidad y mayores posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Los signos más comunes de que una persona está atravesando por uno de estos trastornos son las ganas de dormir durante el día e incapacidad en la noche, rendimiento deficiente en el trabajo, o fatiga constante.
Hay diferentes categorías de perturbaciones del sueño que explican detalladamente cómo se desordenan las prácticas de descanso. Una de ellas es el insomnio, que se refiere a la ausencia de conciliación del sueño por horas o noches completas. La apnea habla sobre los patrones anómalos en la respiración mientras se intenta dormir y se puede dar por obesidad previa.
El síndrome de piernas inquietas es cuando se tiene sensación de incomodidad y el impulso constante de mover las piernas mientras se está acostado, también se le conoce como enfermedad de Willis-Ekbom. Finalmente, la narcolepsia es la somnolencia durante el día, lo que provoca la caída en sueño de un momento a otro, algo que pone en riesgo la integridad física por exponer a lesiones a quien lo padece.
Relevancia de dormir bien
Las necesidades de sueño varían dependiendo de la edad, siendo los recién nacidos los que más tiempo requieren, aproximadamente 16 horas al día. Mientras crecen, se puede relajar el tiempo a 11 horas o menos de 10 cuando ya están en edad de ir a primaria. Mientras tanto, los adolescentes y adultos son quienes menos tiempo necesitan, siendo 9 a 7 horas respectivamente, como mínimo.
Los beneficios al cuerpo son muchos, ya que es menester para el crecimiento de los menores y el estado mental sano en los adultos. Dormir bien es de vital importancia porque ayuda a que las personas se sientan relajadas, sin estrés, con buen estado de ánimo y energía necesaria para las actividades diurnas.
Con el sueño, las conexiones y células nerviosas se reparan del desgaste diario, por lo que el cerebro se fortalece y mejoran las capacidades neurológicas para memorizar y generar recuerdos, así como la facultad de concentración. Bajo la misma línea, las fibras musculares se alivian del esfuerzo y se relajan, por lo que los dolores lumbares tienden a desaparecer con más rapidez si la persona que los padece cambia sus hábitos de descanso.
En cuanto al desempeño personal, la calidad de sueño está relacionado con tener mayor claridad para pensar, tomar decisiones y llevar buenas relaciones con las personas del entorno.
De igual forma, dormir el tiempo necesario disminuye la frecuencia con que se padecen enfermedades y es pilar de un correcto estado físico para no subir de peso desmedidamente. Así como no dormir da pie a padecimientos, hacerlo bien es importante para no tener complicaciones crónicas degenerativas o afecciones cardiovasculares.
