La debacle del teatro en México

La debacle del teatro en México

Foto: Enfoque

Este 27 de marzo es el Día Mundial del Teatro, un arte que en México está en franca decadencia y que, sumada a los cierres ocasionados por la pandemia de COVID-19, ha generado que cada año menos personas acudan a una sala de teatro.

 

De acuerdo con el Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados (MODECULT), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta mayo de 2020, los eventos culturales de mayor preferencia para el público mayor a 18 años fueron el cine y los conciertos de música, mientras que solo el 25% del total de los encuestados acude al menos a una obra de teatro al año.

 

Hasta el primer semestre de 2020, la asistencia al teatro presencial en el país se redujo 77%, mientras que las otras prácticas artísticas como la danza, redujeron su público en al menos 88% menos.

 

De acuerdo al Inegi, la principal razón por la cual el crecimiento de la puesta en escena ha disminuido es porque no hay una cultura de asistencia a teatros, pues no existe suficiente difusión del arte ni de las carteleras en comparación al cine u otro tipo de entretenimiento masivo.

 

Aunque el 41.3% de los encuestados simplemente prefiere el cine, otro tanto de la población también refiere que el teatro puede llegar a ser caro, pues del total de personas que asisten a eventos culturales, 43.5%, atribuye la baja asistencia al costo de los boletos para una obra.

 

Al menos dos de cada 10 mexicanos consideran que el precio óptimo por una función de teatro sería lo equivalente al de un boleto de cine, que va entre $50 y $100, y solo 7 de cada 10 pagaría mínimo $100 y máximo $400 para acudir a una función.

 

Las obras en México y sus géneros son variados. Los que suelen ser más recordados y más buscados son los infantiles, la comedia, los musicales y los monólogos. Sin embargo, el INEGI mostró que en los últimos años el número de personas que asiste a eventos culturales se ha ido reduciendo: en junio de 2016, el porcentaje de la población mayor de 18 años que asistía a este tipo de actos fue del 64%, mientras que para mayo de 2019 este número se redujo en 6.2%.

 

Para la dramaturga y directora especializada en teatro para las infancias de la compañía La Covacha Teatro, Marcela Castillo, las políticas culturales del país no están hechas para inculcar el interés y valoración del teatro, relegando los programas de apoyo a las infancias.

 

Hay poco interés y valoración de la importancia del teatro para las infancias, de eso que específicamente el teatro le da a los niños y las niñas que ninguna otra cosa les puede ofrecer. Hay que entender que también la crisis económica llega a las familias y que por lo tanto los subsidios son fundamentales”, declaró para el portal Cartelera de Teatro.

 

Según el proyecto Observatorio Teatral, de la dirección de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México, presentado hace un año, de 105 espacios escénicos, solo 68.6% opera con recursos públicos y el 31.4% lo hace de manera privada.

 

De este último grupo, el 58%, debe pagar renta de sus espacios, mientras que del total de los 105 espacios, menos de la mitad están en posibilidad de ofrecer a sus trabajadores las prestaciones laborales básicas. Solo en el 55% de los casos los trabajadores permanentes perciben aguinaldo, mientras que 52% de ellos cuentan con seguridad social y 29.5% de los empleados disponen de un fondo de retiro.

 

Este escenario ha generado que los colectivos busquen mayor apoyo de entidades públicas y de la sociedad en general, pues la UNAM señala que más de la mitad del recurso que es usado para mantener las puestas en escena y al personal proviene de donaciones y no de las entradas.

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