Atletas trans, ¿realmente tienen ventajas físicas en las competencias femeninas?

Atletas trans, ¿realmente tienen ventajas físicas en las competencias femeninas?

Foto: Unsplash

Tras años de debates y controversias, la Federación Internacional de Atletismo anunció mediante Sebastian Coe, presidente del organismo, que a partir del 31 de marzo no se permitirá la participación en competiciones que puntúen para el ránking mundial a ninguna atleta transgénero que ha pasado por la pubertad masculina.

 

La respuesta de la Federación vuelve a crear polémica en el mundo deportivo, aunque Coe afirmó que esta decisión no será para siempre, también aseguró que está guiada por el principio general de proteger la categoría femenina.

 

Estas declaraciones se suman a las de Joana Harper, atleta transgénero con estudios de doctorado en la Universidad del Deporte, el Ejercicio y las Ciencias de la Salud de Loughborough, en el Reino Unido, especializándose en atletas trans, sobre proteger las categorías femeninas, pues dice reconocer la lucha que las mujeres han librado por la igualdad y su inclusión en las competencias deportivas.

 

En este sentido, desde la llegada de las mujeres en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928, este sector ha tenido que soportar estudios invasivos. En la década de los 70, eran sometidas a exámenes médicos rigurosos para corroborar su sexo. Años más tarde, se les practicaron pruebas genéticas para conocer sus cromosomas sexuales hasta que, a principios de los años 2000, se les integró un estudio sobre el nivel de testosterona, dando paso a la incursión de atletas transgénero.

 

Harper también es asesora del Comité Olímpico Internacional (COI) y en 2019, tras una serie de investigaciones señaló al COI que se necesitan requerimientos de elegibilidad apropiados para cada deporte, con el objetivo de buscar e integrar a las atletas trans de una manera equitativa en las competiciones, pues hay algunos factores que se deben considerar de una forma más profunda como la testosterona, una hormona que ayuda al desarrollo muscular y que en hombres suele ser hasta cuatro veces más alto que en las mujeres.

 

 

Dos años más tarde, el COI decidió quitarse de problemas y derogó los estatutos que obligaban a llevar a cabo pruebas de testosterona para que cada federación internacional tuviera sus propias reglas, los primeros en legislar fueron la natación y el rugby, pues argumentaban que un hombre que haya hecho la transición a mujer después de pasar la pubertad no puede estar en competiciones femeninas.

 

Las opiniones son divididas y a pesar del avance de la ciencia, aún no hay estudios claros para determinar si una deportista trans cuenta con puntos a su favor aún después de someterse a su tratamiento de reemplazo hormonal.

 

Un estudio publicado en British Journal of Sports Medicine señala que un aumento de la testosterona en mujeres jóvenes físicamente activas, no atletas profesionales, incrementaba su capacidad para correr durante más tiempo, así como aumentaba la masa muscular y la delgadez.

 

Sin embargo, no todas las investigaciones concluyen los mismos resultados, estudios hechos por Joana Harper señalan que los niveles de hemoglobina (la proteína que transporta el oxígeno en la sangre por el cuerpo) en las mujeres transgénero alcanzan niveles equivalentes a los de las mujeres biológicas después de aproximadamente cuatro meses de terapia hormonal.

 

En México, el tema también está dividido e incluso ha llegado a los tribunales con Miranda Salman, atleta transgénero que logró obtener un dictamen judicial que le aseguraba no tener ventaja alguna en su deporte, también logró ser futbolista en Primera División, militando en Pumas de la UNAM y Coyotes Neza para después intentar formar la primer selección nacional LGBT+, aunque la Federación Mexicana de Futbol no reconocería el equipo.

 

Por otro lado, investigadores de la UNAM como la doctora Janet Ávila, especialista en medicina deportiva, trabajan en un proyecto que busca determinar si hay o no ventaja para atletas transgénero en el deporte de alto rendimiento, pues señala que hay otros factores de análisis que influyen al momento de practicar determinados deportes, comenzando con la parte antropométrica, es decir: estatura, peso, composición corporal, lo que es la circunferencia de cintura, el ancho de los huesos, que al final de cuentas, en el deporte sirven muchísimo como palancas, así como cuestiones respiratorias, cardiacas, por mencionar solo algunas.

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