En menos de diez años, la saga de John Wick se posicionó rápidamente como una de las preferidas de acción entre el público. En días recientes se estrenó una película más de las producciones protagonizadas por Keanu Reeves, siendo esta la cuarta entrega. Desde sus inicios, esta franquicia se caracterizó por exhibir grandes escenas de peleas, por lo que muchos la consideran una de las mejores de la historia en el género.
Se trata de una rama muy explotada, pues a lo largo de la historia se han realizado grandes películas de acción que han encantado a la gente. Ya sea por sus efectos especiales, sus coreografías de combate, personajes icónicos o por los escenarios distópicos y futuristas que se muestran, hay grandes sagas que se volvieron de culto para los espectadores.
Adrenalina, tensión, persecuciones y drama son los elementos más recurrentes en el género de acción, que cuenta con un legado de grandes cintas desde el siglo pasado hasta a la actualidad, momento en el que los efectos visuales son más sofisticados y ofrecen nuevas experiencias.
Una de las historias que sobresalió antes del auge de los grandes efectos especiales es la “Mad Max” (1979), cuyos inicios se originan en las cintas protagonizadas por Mel Gibson, que en su totalidad está escrita y dirigida por George Miller. En ellas se ve un futuro postapocalíptico en el que Max Rackatansky tiene que sobrevivir en medio de una sociedad en ruinas. Tras el asesinato de su esposa embarazada, se torna en un justiciero que se empeña en obtener venganza de quienes le quitaron a su familia.
Las secuelas (1981 y 1985) se centran en un mundo más acabado, con recursos que escasean y grupos de resistencia que luchan contra los opresores de su tiempo, donde se enfrenta a líderes y tiranos para sobrevivir.
La cuarta parte (2015) se desarrolla en un contexto similar, esta vez estelarizada por Tom Hardy, en el papel de Max, y Charlize Theron como Furiosa. En esta ocasión los vemos en un intento por liberarse a sí mismos y a un grupo de mujeres que son usadas como incubadoras para los hijos del dictador, quien también restringe los pocos recursos que quedan en la Tierra al resto de la gente.
Los escenarios de ciencia ficción son bastos, pues ahí los creadores exponen diversos futuros en lo que la humanidad deja de ser dominante en el planeta. Así es una de las sagas más memorables, “Terminator” (1994), dirigida por James Cameron. En ella, el cyborg T-800, interpretado por Arnold Schwarzenegger, es el encargado de asesinar a la madre del futuro líder de la rebelión encargada de derrocar el reinado de las máquinas.
En “El Juicio Final” (1991) se enfoca en el adolescente, John Connor (Edwrd Furlong) y como, una vez más, dos androides tratan de impedir su cometido de convertirse en líder. La tercera entrega, “La rebelión de las máquinas” (2003), ahora dirigida por Jonathan Mostow, T-800 protege a John Connor y su esposa de otro ataque del futuro. Aunque hubo tres entregas más, estas no tuvieron el mismo impacto ni el mismo recibimiento con la crítica.
Lo que empezó como una serie de películas sobre carreras clandestinas y robos, ahora es también un grupo de justicieros que trabajan con gobiernos y van al espacio. “Rápido y Furioso” (2001 - 2023) es una de las odiseas más fructuosas de acción del del siglo XXI. En sus primeras partes se veían carreras, líos familiares y de amistad.
A medida que avanzaron, puntualmente con la quinta película “5in control” (2011), las tramas se tornaron más repetitivas, pero no por ello menos atractivas para los fans. Se empezaron a explorar las historias donde el grupo de corredores, liderados por Dominic Toretto (Vin Diesel), se alió con el gobierno para evitar que otros delincuentes, dignos de ciencia ficción, roben a gobiernos o controlen sistemas de comunicaciones y armas nucleares.
En medio de ello, los personajes fueron a las calles de Brasil, Reino Unido, el hielo y hasta al espacio. Con ellos desfilaron más actores como Jason Statham, Dwayne Johnson, Kurt Rosell y Charlize Theron. Este año se prepara el estreno de la décima película, que incluirá a Brie Larson y Jason Momoa.
Casi igual de largo, el legado de “Misión Imposible” (1996 - 2023) ya tiene siete partes en su haber, todas con el estelar de Tom Cruise. En ellas, un equipo de espionaje estadounidense se las arregla en diferentes misiones en todo el mundo para distinto fines. Evitar guerras, conflictos políticos o enfrentarse a grupos terroristas serán los cometidos de estos espías.
Las escenas de acción más memorables han sido de Tom Cruise escalando el edificio más alto del mundo, saltando de un avión, sumergido por minutos en el agua y, próximamente, saltando del espacio exterior. Todas esas secuencias sin imágenes generadas por computadora o dobles de acción, pues Cruise ha hecho hincapié en imprimir realismo a la saga.
“Rambo” (1982 - 2019) consta de cinco películas, en las que se ha explorado un personaje perturbado, en primera instancia, por el trauma de la guerra, regresando a su país de origen que lo abandonó. Posteriormente se enfrentó a otras amenazas de la época como las invasiones soviéticas y, en las últimas entregas, a narcotraficantes mexicanos.
Lo memorable de estos filmes también recae en el actor encargado de darle vida, Sylvester Stallone. Las primeras se hicieron en el momento de mayor fama del intérprete, cuando estelarizaba otras cintas de culto como “Rocky” o “Cobra”, por lo que su figura sirvió para posicionarlo también a él como uno de los hombres de acción por excelencia.