
Desde 2020, cada 9 de marzo las mujeres mexicanas llevan a cabo el paro de actividades a nivel nacional para demostrar el impacto que tendría en diferentes ámbitos, tanto económicos como culturales, la ausencia de las mujeres; sin embargo, no todas tienen la oportunidad de sumarse a esta actividad, pero llevan la lucha desde sus trincheras.
En años anteriores, Angélica había sido participe de las manifestaciones y paros en “el 9 nadie se mueve”; este año fue diferente pues no tuvo la flexibilidad laboral para ausentarse de su puesto y apoyar una lucha social, aunque eso no la limitó a incidir.
Entre las acciones que llevó a cabo estuvieron los ejercicios de reflexión personal, además de que ha buscado orientar a familiares y amigos sobre la necesidad de ejercer cambios sociales que brinden espacios más seguros para todos y todas.
Ante la poca apertura que ha encontrado dentro de su trabajo, Angelica ha considerado que ciertos sectores laborales como las áreas de gobierno o instituciones públicas necesitan cambiar criterios, pues siguen apareciendo discrepancias entre los mensajes que expresan y las acciones que llevan a cabo.
Reyna labora en el área de comunicación de Estrella Roja y argumenta que en años pasados la empresa donde labora había permitido las ausencias por las manifestaciones en marzo; sin embargo, este año ha decidido trabajar desde casa como medida neutral.
Aunque apoya la lucha por concientizar la violencia e injusticias que enfrentan las mujeres, este año optó por ejercer acciones de cambio social dentro de sus círculos sociales más cercanos, abogando por acciones de incidencia directa y es que, al prestar un servicio que da atención a cientos de personas, el ausentarse de su trabajo no beneficia al resto de la población.