La Marina de Estados Unidos anunció recientemente que la empresa Boeing ya no fabricará los F-18 Super Hornet, los icónicos aviones de combate que aparecieron en la cinta “Top Gun: Maverick”.
Esta decisión era algo que ya se veía venir, pues la antigüedad del modelo puso en riesgo su producción en 2021, pero una ley del Congreso de EU permitió que su elaboración continuara en marcha.
La noticia llega un mes después de que Boeing notificara el lanzamiento del último jumbo jet 747, que durante décadas transportó a cientos de personas en viajes comerciales transoceánicos. El primer F-18 fue construido por el fabricante aeronaves McDonnell Douglas, quien fusionó su compañía con Boeing en 1997.
Desde entonces, más de 2,000 Hornet, Super Hornet y Growler fueron construidos por el ejército estadounidense y los países aliados.
El modelo Hornet nació debido a la necesidad de la Armada para que sus pilotos pudieran despegar desde los portaaviones, además, fue actualizado años después con versiones muy diferentes al modelo original, como los Super Hornet y Growler, la versión adaptada a la guerra electrónica del cazabombardero.
En este sentido, Steve Nordlund, vicepresidente de la división Air Dominance de Boeing, dijo: "estamos planeando nuestro futuro y la construcción de aviones de combate está en nuestro ADN". Estas palabras reflejan la necesidad de concentrar la atención en la creación de nuevas aeronaves militares, así como aumentar la producción de otros programas de defensa.
En “Top Gun: Maverick”, Tom Cruise mostró otros aviones más apegados a la actualidad, entre los que están el SR-72 Darkstar, una aeronave hipersónica ficticia que no es tan diferente a la realidad. Se cree que este modelo estaría inspirado en el SR-71 Blackbird, que pertenece a la inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
También destacan los modelos Northrop-Grumman E-2 Hawkeye, el North American P-51D Mustang o el Sukhoi SU-57 “Felon".