Costos y trámites, los pretextos de universitarios para no titularse

Costos y trámites, los pretextos de universitarios para no titularse

Foto: Enfoque

Ya sea por la dificultad de los procesos o por la urgencia de meterse al mercado laboral, es frecuente que los universitarios, al terminar las hojas de ruta y completar sus materias, no concluyan el proceso de titulación o ni siquiera lo inicien.

 

Al respecto, Flor de Liz Mendoza, académica de la Facultad de Comunicación de la BUAP, aclaró en entrevista para Imagen Poblana algunas cuestiones por las que los estudiantes son renuentes a conseguir el título.

 

La docente universitaria también asesora a estudiantes en procesos de investigación. A parte de sus labores como catedrática, orienta a los universitarios que buscan obtener el título, por lo que se ha dado cuenta de la creciente tendencia de solo terminar la carrera y entrar a trabajar.

 

La facultad en que labora ofrece distintas modalidades de titulación, entre las que se incluye la obtención por promedio, examen Ceneval o elaboración de documentos de investigación, como tesis, tesina o portafolios de experiencia profesional. Comentó que cada vez es más frecuente que los egresados abandonen la tesis por el formato de promedio o examen, pero aun así, no los terminan por distintos factores.

 

 

Entre las determinantes para ya no obtenerlo es que la necesidad de conseguir dinero y trabajo supera la urgencia del título. “Cuando eso ocurre, está en riesgo latente la titulación porque los alumnos empiezan a ganar dinero y empiezan a ver menos importante el hecho de obtener su título”, aseveró Mendoza. Apuntó a que también hay quienes ya tienen obligaciones en casa con sus familias o que ya están formando su propio núcleo familiar, por lo que la premura del tiempo y dinero dificultan concentrarse en este procedimiento.

 

Además, los distintos procesos como el trámite del título, papeleos, la cédula profesional o ir de un lugar a otro para entregar documentos que además deben cumplir con copias, firmas, sellos y otra serie de pasos los terminan fatigando y desanimando.

 

Para ella esta es una situación complicada, pues quienes recurren a su asesoría empiezan un escrito de investigación y requieren su tiempo y trabajo en conjunto, por lo que tiene que indagar en el tema y leer avances de sus tutorados, pero en cuanto se retiran de esto, la dejan en una posición en la que ya invirtió esfuerzo y no se concretó la labor.

 

Otro motivo es el arduo trabajo burocrático detrás de este procedimiento. Ha tenido estudiantes que desarrollan sus oficios para titularse y en última instancia los dejan abandonados por los requerimientos que se atraviesan. “Todavía no hemos encontrado la forma de hacerlo lo más amigable posible”, expresó entre risas nuestra entrevistada.

 

A su consideración, esto tiene repercusiones negativas en dos áreas: el desarrollo laboral y el avance en otro grado académico.

 

Si bien, alguien que recién egresó puede acomodarse en un lugar y empezar a cosechar experiencia en un área de especialidad, hay escenarios que complicarán su crecimiento si no cuenta con el título. Por ejemplo, si es despedido, al momento de buscar otras oportunidades, la barrera del certificado no les permite acceder a más empleos. "No ven en el largo plazo, la situación es que resuelven el problema inmediato, que es obtener el recurso", aseguró la docente.

 

Por otra parte, si se tiene la intención de cursar un posgrado, tendrán que regresar a la hechura de un trabajo para obtener el título que les dé acceso a más estudios. Esto supone que regrese, pero en la experiencia de Flor de Liz, “no se sienten cómodos o no están satisfecho con ellos y mejor deciden echarlo por la borda y continuar con sus vidas”.

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