En el mundo del balompié, los árbitros siempre han sido uno de los temas más polémicos. Hay aficionados que defienden sus decisiones y otros más suelen señalarlos de favorecer al equipo rival; sin embargo, hay polémicos casos en los que los silbantes han aceptado favorecer a un bando e inclusive han tenido que hacer frente ante las autoridades.
El caso más reciente se presenta con el FC Barcelona, equipo que actualmente está en el ojo del huracán tras las investigaciones que mantiene la fiscalía española por los diversos pagos que se efectuaron entre 2016 y 2018 al entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) José María Enríquez Negreira.
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Corrupto arrepentido
Javier Ruiz es uno de los pocos árbitros que han hablado sobre los temas de corrupción dentro de las ligas de futbol. El argentino declaró hace dos años al programa Bar Deportivo, de la ciudad de Mar del Plata, haber participado durante 8 meses en el sistema de arreglos, por lo que era “un corrupto arrepentido”
Aunque desde finales de 2010, Ruiz ya había aceptado que el campeonato de liga que Boca Juniors ganó en 2008 fue amañado por el club gracias a que era común que el cuerpo técnico recibiera sobornos por parte de los equipos, ninguna autoridad presentó alguna investigación formal para conocer más sobre estos arreglos.
“Calciopoli”
Un caso similar es el “Calciopoli”, en el cual equipos de la Serie A de la liga italiana se encargaban de influir en la designación de árbitros para buscar salir beneficiados. En 2006, se dio a conocer una investigación de la agencia de futbol italiana que tenía en la mira a Luciano Moggi, entonces director deportivo de la Juventus, quien habría mantenido varias conversaciones con funcionarios del balompié de Italia, incluyendo a Perluigi Pairetto, quien era el máximo encargado del arbitraje, para poder elegir qué árbitro pitaría cada partido.
Tras diversas indagatorias, la Audiencia Federal determinó que los directivos de los equipos Juventus, Milan, Lazio y Fiorentina habían intervenido en la designación de árbitros. En consecuencia, Vecchia Signora descendió a la Serie B y le fueron retirados los campeonatos ganados en los últimos dos torneos.
Al Milan solamente se le impuso una ligera reducción de puntos para la temporada posterior, mientras que al Lazio y Fiorentina se les había enviado a la Serie B, pero tras apelar se mantuvieron en Serie A con un descuento de puntos y sin la oportunidad de disputar competencias europeas como la Champions.
Edilson Pereira
Un año antes del escándalo en la serie italiana, Edilson Pereira de Carvalho fue declarado culpable por el Supremo Tribunal de Justicia Deportiva de Brasil debido a su participación en el arreglo de partidos del campeonato de futbol brasileño.
Pereira aceptó haber favorecido al Banfield argentino en un partido que disputó contra el Alianza de Lima en la Copa Libertadores de América, además de estar coludido con una mafia de apuestas en el arreglo de once partidos del campeonato brasileño.
Robert Hoyzer
Robert Hoyzer, silbante alemán que participó en la Copa de Alemania confesó haber aceptado 67,000 euros para amañar un total de 23 encuentros en 2004, razón por la cual fue enviado a prisión con una sentencia de cinco años y cinco meses.
Aunque la mayoría fueron de divisiones inferiores, también aceptó haber favorecido al Paderborn, un equipo de tercera división que se enfrentó al Hamburgo, que en ese entonces jugaba en primera y por la cual la Federación Alemana de futbol tuvo que pagar 2 millones de euros para compensar al equipo eliminado.