La evolución del cine durante más de 100 años de historia es notable y ha entregado múltiples obras que demuestran que se trata de una de las manifestaciones artísticas más influyentes de los siglos XX y XXI. Es por ello que cada segundo sábado de febrero se reconoce el séptimo arte a nivel mundial.
El 28 de diciembre de 1895 en París, Francia, los hermanos Lumiere mostraron la primera proyección cinematográfica: la salida de unos obreros en una fábrica de Lyon. Lo que empezó como una pequeña recreación de situaciones cotidianas, ahora también es una de las representaciones más usadas para reflejar la realidad de manera compleja.
Empezaron como obras sin diálogos en sonido, pero esto no fue impedimento para que se llevaran a cabo grandes producciones en las que se recurrió a recursos más ambiciosos. El poder de expresión de este medio trasciende incluso a lo que digan verbalmente los personajes que estelarizan cada cinta, pues la forma en que se emplean las cámaras, la usanza de imágenes, la ambientación sonora y las puestas en escena pueden transmitir tantos mensajes como diálogos enteros.
La primera cinta con audio fue de 1927, titulada “El cantante de Jazz”, después de ello las películas pudieron hacer uso de mayores recursos y formas de emitir ese efecto de pasión apoyado en las actuaciones.
El cine es visto como la máxima expresión artística, pues en esta modalidad se conjuntan múltiples disciplinas, entiéndase escritura, interpretación y música. Con décadas de producciones, hay momentos que han dejado huella para cada generación e impacto para las futuras. Aquí te dejamos un listado de 10 escenas que son punta de lanza en la historia del séptimo arte.
Antes de correr hay que gatear, y para empezar a mostrar las capacidades del cine a la gente, primero tienes que impresionarlos. Los hermanos Lumiere lo lograron con “La llegada del tren” (1895).
Si bien, pudiera pensarse que solo es un medio de entretenimiento, como otras artes, el cine ha participado en protestas sociales que conmueven por el momento histórico en que se desarrollan. El discurso de Charle Chaplin en “El gran dictador” (1940), hace alusión a ello.
Con una sola palabra, en una secuencia con aura de misterio, Orson Welles dio pie al inicio de “Ciudadano Kane” (1941).
Dependiendo la época, hubo cosas que no se podían mostrar en pantalla, como asesinatos. A sabiendas de esto, Alfred Hitchcock se las ingenió para generar terror en uno de sus filmes más importantes, “Psicosis” (1960), con la escena de la bañera.
“2001: Una odisea en el espacio” (1968), de Stanley Kubrick, cuenta con una de las secuencias más memorables, que, sin necesidad de diálogos, pero con gran ambientación musical, muestra el paso de la humanidad en su evolución desde los primeros homínidos.
El cine de terror alcanzó un punto artístico con Stanley Kubrick en 1980 con “El resplandor”. La escena más recordada es aquella en la que Jack Nicholson, tras una larga persecución, irrumpe en una habitación para intentar asesinar a su esposa.
En Italia, el director Giuseppe Tornatore finalizó su película “Cinema Paradiso” (1988) con la emotiva secuencia donde se muestran todas las escenas de besos censuradas en la época por la iglesia, poniendo fin a un ciclo en la localidad.
Comúnmente se piensa que el cine de animación está hecho para público infantil, pero hay demostraciones de que también surte efecto en los más grandes. Como la escena de “Up” (2009) entre Ellie y el Sr. Fredricksen.
Despidiéndose de la vida, el replicante de “Blade Runner” (1982), salva al agente Deckard y rememora su pasado momentos antes de fallecer, en una muestra final de humanidad.
No solo escenas iniciales o finales son las que más se recuerdan, y Steven Spielberg mostró su lado más duro con “La lista de Schindler” (1993), donde se ve el destino de una niña en medio de la segregación de los barrios judíos de Polonia durante la segunda guerra mundial.