El partido que se jugará esta noche en el estadio Cuauhtémoc entre Puebla y Mazatlán es la clara muestra de lo que ya no debe suceder en el futbol mexicano, pues se verán las caras dos equipos que pertenecen al mismo dueño, una situación que deberá ser abolida ya que puede generar conflicto de intereses.
Con dos derrotas al hilo, los camoteros afrontan este partido con mucha presión de poder volver a sumar unidades y sobre todo hacerlo de local ante un rival aparentemente endeble que hasta el momento no ha sumado puntos y que estrenará técnico con el argentino Rubén Omar Romano.
Las caídas ante Monterrey y Atlético de San Luis tienen al técnico enfranjado, Eduardo Arce, bajo la mira por lo que será necesario que ante los mazatlecos, haga un buen planteamiento para que el equipo aspire a quedarse con las tres unidades.
La buena noticia para Arce es el inminente regreso del atacante colombiano Omar Fernández, quien ya se recuperó de una lesión en el tobillo y podrá tener actividad con la Franja después de no hacerlo desde octubre cuando participó en la dolorosa eliminación ante América de la liguilla del Apertura 2022.
Pero más allá de lo futbolístico, este encuentro pone a prueba la honestidad del balompié en el país, ya que Grupo Azteca es dueña de ambas instituciones y si bien de los dos bandos aseguran que buscarán la victoria como dé lugar, fácilmente se puede prestar a malinterpretaciones. Al respecto, la Liga MX ha prometido que antes del 2026 acabará con la multipropiedad por lo que algunas de estas dos instituciones tendrá que ser vendida en los próximos años.