Paros técnicos por escasez de microchips, ¿cómo afectan a la industria automotriz poblana?

Paros técnicos por escasez de microchips, ¿cómo afectan a la industria automotriz poblana?

Foto: Enfoque

Con el inicio de la pandemia, también llegó la escasez de microchips que puso en aprietos a diversos sectores industriales como el automotriz, una de las principales fuentes de empleo en Puebla y que actualmente está a la espera de recuperar su ritmo de producción a finales del año.

 

Durante el primer trimestre de 2020, hubo un descenso en la demanda de automóviles en todo el mundo, por lo que empresas como Volkswagen redujeron su adquisición de componentes. A la par, la pandemia generó un aumento en la venta de computadoras, celulares y tarjetas gráficas, estas últimas eran usadas para montar granjas mineras de bitcoins o cualquier otra cripto moneda, por lo que su alta demanda comenzó a generar una escasez de microchips que repercutió a nivel mundial.

 

En Puebla, plantas armadoras como Volkswagen comenzaron a presentar paros técnicos de manera continua y para 2023, estas medidas se mantienen vigentes. De acuerdo con un comunicado interno del Sindicato Independiente de la Industria Automotriz Volkswagen de México (Sitiavw), los trabajadores tendrán un nuevo paro del 6 al 10 de febrero. 

 

La suspensión de labores se deriva de la falta de componentes, pues no cuentan con el abasto para encargarse de la producción de los modelos Taos y Tiguan que se fabrican en los segmentos 2 y 3 de la planta armadora. Los automóviles nuevos a menudo incluyen más de 100 microprocesadores.

 

A lo largo de 2022, la planta alemana sufrió 19 paros técnicos, principalmente por la falta de insumos, con este alto a las actividades, la producción de vehículos disminuye y se puede traducir en pérdidas millonarias para la empresa, que posteriormente se resanan con recortes de personal, reducciones de salario o el cierre de naves armadoras que generan más gastos que beneficios.

 

Por ejemplo, el paro a la producción del modelo Jetta, provocó que trabajadores de ese segmento de ensamblaje únicamente tuvieran un pago de salario del 69.64 % durante el paro registrado del 21 al 25 de febrero de 2022. Mientras que para el siguiente paro técnico del 28 de febrero al 1 de marzo solo recibieron 87.86 % de su pago.

 

A nivel nacional, el primer trimestre de 2022 las armadoras General Motors, Stellantis, Volkswagen, Mazda, Audi, Toyota, Nissan y Ford dejaron de producir más de 383,000 vehículos ligeros, que representan 10 % de los autos ensamblados en 2019, según el Banco de México (Banxico).

 

En los últimos dos años, las armadoras antes mencionadas hicieron paros técnicos por la escasez de semiconductores usados para fabricar automóviles y camionetas de lujo en plantas ubicadas en Sonora, Guanajuato, Baja California, Puebla, Aguascalientes, Estado de México y San Luis Potosí.

 

En este sentido, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) en 2021 reportó que la falta de microchips forzó el cierre de varias plantas armadoras, lo que representa una pérdida de 210’000,000 de dólares.

 

Pero el panorama ya no es tan desalentador, pues instituciones como la AMIA proyectaron que la producción de vehículos en armadoras como Volkswagen y Audi recuperarían su nivel de producción hasta 2024. Estas plantas ya lograron cerrar 2022 con un incremento en la producción de vehículos en la entidad poblana de 23.8 % a pesar de los paros técnicos.

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