“The Whale” y el obligado debate sobre la gordofobia

“The Whale” y el obligado debate sobre la gordofobia

El director Darren Aronofsky y el actor Brendan Fraser están en el ojo del huracán al ser acusados de promover la gordofobia en su más reciente producción “The Whale”, un filme que ha recibido ovaciones e incluso una nominación en los premios Oscar.

 

“The Whale” es adaptación de una historia de Samuel D. Hunter, quien también colaboró en el guion del filme y cuenta la historia de Charlie, un hombre que padece de obesidad mórbida y que además de enfrentarse a problemas de salud que están poniendo en riesgo su vida, busca restablecer su relación con su hija.

 

Para la elaboración del personaje, Fraser señaló que tuvo que ganar peso para interpretar a un hombre de 270 kilos, así como someterse a varias horas de maquillaje y usar un prostético para encarnar a Charlie, razón por la que los cibernautas, así como algunos actores, señalaron que el uso de este recurso colocaba al filme en un discurso de burla y gordofobia. 

 

Para precisar, el terminó gordofobia hace alusión a todas aquellas prácticas, discursos y acciones que burlan, marginan, estereotipan, prejuzgan, rechazan e implican la obstaculización o vulneración de los derechos de las personas bajo el pretexto de la gordura. Esto puede dar origen diferentes desórdenes alimenticios como la anorexia, la bulimia y ''el trastorno por atracón''.

 

Esta visión discriminatoria atenta contra la salud mental, pues las personas que no cumplen con el cuerpo perfecto marcado por los estereotipos sociales sufren distinción en todos los espacios y por diversos motivos.

 

A nivel nacional, 20.2 % de la población mayor de 18 años declaró haber sido discriminada. Los principales motivos fueron la forma de vestir o el arreglo personal, el peso o estatura, la edad y las creencias religiosas, de acuerdo con datos obtenidos de la última Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017.

 

El estudio también señala que la principal razón por la que alguien sufre discriminación en México es el sobrepeso, que afectó a 10.7 % de la población encuestada. A esta le sigue la forma de vestir, el color de piel, la edad y, por último, su imagen.

 

Darren Aronofsky defendió la visión de su filme, así como el trabajo actoral de Fraser, pues aseguró que el realismo del maquillaje y prostéticos fueron cruciales para el desarrollo de la cinta y, antes de darle luz verde, aseguró que consultó con el departamento de maquillaje para que la encarnación fuera real y no exagerada de modo que pudiera verse como una burla.

 

“Una de mis primeras llamadas después de elegir a Brendan fue a mi maquillador, Adrien Morot. Le pregunté: ‘¿Podemos hacer algo que sea realista?’ Porque si va a parecer una broma, entonces no deberíamos hacerlo”, reveló en una entrevista para Yahoo Entertainment.

 

En otra entrevista para la revista Variety, señaló que emplear a un actor con sobrepeso "desde una perspectiva de salud, es prohibitivo" pues es “un papel imposible de cumplir con una persona real que lidia con esos problemas”, afirmó.

 

Finalmente señaló que la película no busca reforzar los estereotipos sobre las personas con sobrepeso, si no, anhela que las personas puedan empatizar con la historia de un ser humano y recordarnos que, “todos somos buenos, malos, defectuosos, esperanzados, alegres y tristes, y que hay diferentes colores dentro de nosotros", subrayó.

 

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La película abrió el Festival de Cine de Venecia, donde recibió una ovación de pie de varios minutos y Aronofsky fue premiado por su trabajo. Por su parte, Brendan Fraser ganó el Critics Choice Awards a mejor actor y ahora busca repetir en esta categoría, pero en la próxima edición del Oscar.

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