El 27 de enero de 2022 falleció el cantautor argentino Diego Verdaguer, dejando una enorme huella en la música debido a sus grandes éxitos. Ahora, un año después de su partida, se ha estrenado “Ven, ven, que se va la vida”, una versión en cumbia del tema original lanzado en 1993.
La canción ha llegado acompañada de un videoclip que fue grabado en el estado de Puebla. La publicación de esta pieza es un homenaje que su esposa, Amanda Miguel, y su hija Ana Victoria, llevaron a cabo en honor a la memoria del cantante.
Luego de su fallecimiento, Amanda Miguel hizo todo lo posible para continuar con “Siempre te amaré Tour 2022”, una gira que tenía junto a Verdaguer, además, siguió con los proyectos musicales que el argentino dejó inconclusos.
En este sentido, luego del lanzamiento de “Ven, ven, que se va la vida”, tanto la esposa como la hija del cantante contaron su proceso de duelo.
“Lo extrañó una barbaridad; mi corazón está partido en dos y no se puede coser, la ausencia no se llena con nada, es muy duro no tenerlo para abrazarlo y besarlo, pasa el tiempo, pero el dolor no aminora, sólo se acepta irremediablemente. Mi nieto e hija son el pan de cada día, el sol que me acaricia y el cielo que me cubre”, dijo Amanda.
“También he sentido el abrazo de la gente, sus cartas llenas de palabras hermosas han sido un bálsamo, es muy lindo leer sus mensajes acompañándome en todos los momentos, desde los que sinceramente lamentaban la partida de mi esposo, hasta los de felicitación al recibir en noviembre pasado el Grammy a la Excelencia Musical… Sé que éste fue un reconocimiento porque toda mi vida la he dedicado a la música, pero mi esposo también lo merecía, por eso lo recibí por ambos”, agregó.
Por otro lado, Ana Victoria contó que este año sin su padre ha sido muy difícil, pues no solo tuvo que acostumbrarse a la maternidad, sino que también se hizo cargo de la productora de su padre. “Lo seguiré haciendo con cariño, convicción y devoción, pues realmente fue tan sabio, tierno e incluso mágico, que no podría dejar de hacer lo que me enseñó, tanto en lo profesional como en lo personal. Sigo triste, sin creerlo muchas veces, pero me refugio en mi bebé, Lucca me llena ese vacío; a través de él siento que la vida continúa, las emociones que me produce me dan esperanza, son realmente de una frecuencia tan alta que me conectan con la energía del universo y ahí encuentro también la energía de papá”, dijo.
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