Como otras expresiones artísticas, el cine tiene funciones que van más allá del mero entretenimiento y pueden ayudar a concebir nuevas formas de ver e interpretar el mundo. Si se elige adecuadamente, es posible encontrar obras que te dejarán una huella y aprendizaje valioso.
Si bien es válido que algunas solo nos sirvan para pasar un buen rato y reírnos, también hay quienes aprecian las películas como nuevas ventanas al mundo.
Instituciones académicas, como la Universidad de Harvard, reconocen que hay cintas que son enriquecedoras y brindan una nueva perspectiva por su hechura y mensajes.
Las producciones con estas características se destacan por sus argumentos, ya sea con planteamientos filosóficos, temáticas existencialistas, críticas sociales o cuestionamientos a la realidad. Generalmente, estas obras no son de fácil entendimiento y se empeñan en hacer que la audiencia se esfuerce más en entender la forma en que tratan de transmitir el concepto, por lo que requieren máxima atención, pero también buscan despertar esa curiosidad de comprender y poner en duda las ideas preconcebidas que tenemos sobre la realidad. En ocasiones puede ser necesario una segunda visita para captar mejor el mensaje.
Hay otras que retratan experiencias de vida de los realizadores, pero en el camino transmiten emociones y generan empatía con la que la gente se ve reflejada e interpreta su vida y travesía de una diferente manera.
Por su parte, hay otro grupo que nos habla sobre la naturaleza humana y la forma en que nos relacionamos con otras personas, lo que somos capaces de crear en conjunto como humanidad, pero también nuestra maestría en destruir todo lo que consideramos valioso.
He aquí una lista de películas que cumplen con estas características.
“Ex-Máquina”, del 2015, es una producción estadounidense que presenta el encuentro entre un trabajador de una empresa de tecnología, y el director de la misma. Aquí le muestra su más reciente trabajo: el desarrollo de cyborgs humanoides con inteligencia artificial (IA) que tienen la capacidad de sostener conversaciones, expresar sentimientos y emociones.
Preguntas como, ¿qué nos hace humanos? ¿qué nos puede diferenciar de una inteligencia artificial? y, ¿cuáles son los riesgos de estas tecnologías? surgen a medida que vemos el comportamiento de esta IA que, en teoría, está basada en la naturaleza humana.
En 1957, el reconocido director Sidney Lumet trajo “12 hombre en pugna”, una película que se basa en la discusión de, como lo dice el título, 12 hombres que conforman un jurado, encargados de determinar la inocencia o culpabilidad de un adolescente acusado de matar a su padre. En medio de la discusión, solo un hombre lleva la contrario al resto y, a medida que argumenta, hace que el resto cuestione sus ideas sobre la vida.
“The Square”, de 2017, habla sobre el arte moderno, pero este es solo su argumento para que nos cuestionemos el actuar frente a situaciones inusuales, nuestras relaciones con otras personas y la forma en que tratamos a los extraños, incluso dejando ver qué tan fácil formamos estereotipos sobre las personas ajenas a nuestra comunidad y la sencillez con que nos desprendemos de la empatía si sabemos que estamos fuera de riesgo.
Finalmente, “La habitación” es una película de 2015 en la que se cuenta la historia de una adolescente secuestrada y abusada que, bajo estas condiciones, dio a luz a un hijo. Cinco años después, planea su fuga, pero el niño se debe preparar para enfrentar un mundo del que no conoce nada, ya que desde su nacimiento nunca salió de la habitación en que estaba recluido. Una clara alegoría del mito de la caverna de Platón.
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