Los conocidos “gastos hormiga” son, en apariencia, esas pequeñas cosas en las que gastamos y creemos que no impactan significativamente en nuestro bolsillo. Hoy en día los podemos ver en compras en línea, servicios de streaming, entretenimiento y comida a domicilio.
Conforme pasan los años, los gastos que surgen para cada generación son cambiantes. Antes un “gasto hormiga” se podía ver en el consumo de un café, bebidas, comer fuera de casa, cigarros o una caja de chicles.
Ahora este desembolso se va en otro tipo de áreas gracias a la creciente oferta de servicios y plataformas digitales. Individualmente, muchos de estos servicios no podrían parecer mucha inversión, pero si se contratan varios al mismo tiempo se obtiene un gasto considerable.
En promedio cada uno puede quitar de 100 a 200 pesos mensuales, 1,200 o 2,400 pesos al año y, en el hipotético caso de que se tengan contratados varios o se use más de uno constantemente, pueden ser gastos de al menos 5,000 pesos anuales.
Las plataformas de entretenimiento en línea son las más solicitadas, pero hay diversidad de asistencias que se ofrecen con suma facilidad de acceso, ya sea para compras, comida a domicilio o transporte.
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HBO Max, Netflix, Disney+, Amazon Prime Video, Mercado Libre, Spotify, Uber, Rappi o suscripciones para mejorar la experiencia en consolas de videojuegos como Xbox o Play Station, son algunas de las maneras en que se gasta más dinero de manera “sigilosa”.
¿Cómo puedo evitarlos?
Algunas instituciones financieras recomiendan hacer un planteo de presupuesto para designar un monto limitado a estos “pequeños gastos”. De esta manera se puede llevar un mejor control del dinero destinado y, si se está sobrepasando, cortarlo.
También aconsejan cuestionarse la utilidad o necesidad de poner nuestro capital en alguna contratación, ya que en muchas ocasiones resultan de poco provecho. ¿Cuántas películas voy a ver cada mes en esta plataforma? ¿Pido comida por aplicación o me puedo preparo algo yo mismo? ¿Qué tan urgente es esta compra?
Si se determina que no son completamente indispensables o no se les va a sacar el mayor beneficio posible, se debe considerar cancelar servicios o suscripciones, para así poder lograr tener finanzas más sanas.
