Los Sistemas para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) son los organismos encargados de la asistencia social de los gobiernos federales, estatales y municipales, pero, ¿por qué siempre están a cargo de las esposas de los gobernantes?
Que las presidentas del DIF sean las esposas de los gobernadores, presidentes municipales o presidentes no es una ley sino una tradición, que si bien para algunos puede ser arcaica, se ha convertido en una constante, aunque con importantes excepciones.
En Puebla, por ejemplo, ayer rindió protesta Gabriela Bonilla Parada como presidenta del Patronato del Sistema Estatal DIF, cargo que tomó luego de que su esposo, Sergio Salomón Céspedes fue designado gobernador sustituto.
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Este nombramiento es decisión completamente del gobernador, según lo establece la Ley de Asistencia Social de Puebla, la cual señala que el Patronato del Organismo se integrará con 11 miembros, que serán nombrados y removidos libremente por el mandatario estatal.
"La Presidencia del Patronato recaerá en la persona que para tal efecto designe el Gobernador y para el ejercicio de las funciones que esta Ley le confiere, se integrará en la forma siguiente: un Presidente, un Secretario, un Tesorero y ocho Vocales", señala la ley.
Los miembros del Patronato solamente deben reunir algunos requisitos como contar con reconocida experiencia, haber demostrado interés por las actividades de asistencia social y gozar de la estimación general.
Además, la ley establece que los miembros integrantes del Patronato no recibirán retribución, emolumento o compensación alguna por su participación voluntaria y por ende no serán considerados servidores públicos, es decir, su trabajo es voluntario.
La falta de un pago como tal es uno de los motivos por los cuales los gobernantes designan a sus esposas para ocupar el cargo, pero también es por una tradición muy antigua en la que se pensaba que a la mujer del gobernante le tocaban las tareas de filantropía y altruismo.
Este tipo de nombramientos pasa en la mayoría de los estados y en aquellos donde haya una gobernadora, quien adquiere la encomienda no deja de ser un familiar directo, generalmente una hija, la madre o una hermana.
Como se mencionó previamente, hay algunas excepciones, por ejemplo, Beatriz Gutiérrez Muller no aceptó el cargo de la presidencia del Patronato Nacional del DIF, mientras que ediles solteros optan por designar a su madre, como pasa en el municipio de Chignahuapan donde la encargada del DIF es la madre de Lorenzo Rivera.
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