El abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), Athanasios Rantos, respaldó a la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) y a la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) en su disputa con los organizadores de la Superliga europea de fútbol (ESL, por sus siglas en inglés).
En mayo, la TJUE registró un recurso de la ESL por una posible violación de las normas de competición por parte de la UEFA y la FIFA.
"Si bien la European Super League Company (nombre legal de la ESL) tiene libertad para crear su propia competición de fútbol independiente fuera del ecosistema de la UEFA y de la FIFA, no puede, además de crear esa competición, continuar participando en las competiciones de fútbol organizadas por la FIFA y la UEFA sin la autorización previa de esas federaciones", indica el comunicado de prensa de la TJUE que contiene las conclusiones de Rantos.
El abogado remarcó que las normas de ambos organismos deportivos que supeditan cualquier nuevo certamen al consentimiento previo corresponden al derecho de la UE en materia de competencia.
Aclaró que la FIFA, la UEFA, sus federaciones miembros así como sus ligas nacionales pueden amenazar con sanciones a los clubes afiliados a estas federaciones en caso de que estos tomen parte en un nuevo torneo, tal y como estipulan las normas de competición del bloque comunitario.
En abril de 2021, una docena de los clubes de fútbol más reconocidos de Europa anunciaron la iniciativa de crear una Superliga europea de fútbol al margen de las competiciones de la UEFA.
Se trata de seis clubes ingleses (Manchester United, Liverpool, Chelsea, Manchester City, Arsenal y Tottenham), tres españoles (Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid) y tres italianos (Juventus, AC Milan e Inter de Milán).
Tras las fuertes críticas de la FIFA, la UEFA, las asociaciones nacionales y los aficionados, los clubes ingleses se apartaron del proyecto. Más tarde siguieron su ejemplo Inter de Milán y Atlético de Madrid.
El Real Madrid, el FC Barcelona y la Juventus siguieron respaldando la idea de crear la Superliga, debido a que la UEFA inició un caso disciplinario por una posible violación del marco jurídico de la organización.