Mitos y realidades sobre el frío y las enfermedades respiratorias

Mitos y realidades sobre el frío y las enfermedades respiratorias

Foto: Unsplash

Con un considerable retraso, ligado indudablemente el cambio climático, en Puebla finalmente comienza a sentirse una temperatura baja y con ello empieza a hacerse más latente la posibilidad de contagiarse de alguna enfermedad respiratoria.

 

Pero las enfermedades respiratorias vienen de la mano con una serie de recomendaciones que generalmente la gente hace y que van desde el no andar descalzo hasta no comer alimentos fríos, asegurando que si dejas de hacer esto serás menos propenso a enfermarte.

 

Es por ello que continuación, en Imagen Poblana, retomamos algunas de estas sugerencias y te decimos si en verdad son ciertas y si te ayuda a no enfermarte, o se trata simplemente de una creencia que ha ido pasando de generación en generación.

 

El frío

 

El frío como tal no es un causante de las enfermedades respiratorias; sin embargo, sí influye en el desarrollo de algunas enfermedades, aunque no de la forma en la que muchas personas lo creen.

 

El frío no desarrollará ningún virus, pero sí hace que las personas puedan estar expuestas a buscar cambio brusco de temperatura, lo cual sí es perjudicial para su salud.

 

De este modo podemos decir que estar mucho tiempo en el frío no hará que desarrolles una enfermedad respiratoria, pero si tu cuerpo estaba a una temperatura ambiente cálida, el cambio de temperatura si lo hará.

 

Esto también aplica para andar descalzo, pues los pies son una de las partes del cuerpo más sensibles a la temperatura, por lo que si tenías los pies cubiertos o arriba de una cama y de repente pisas el suelo frío, esto es un cambio muy drástico en la temperatura del cuerpo.

 

Comer alimentos fríos

 

Aunque el clima no ayuda a que se antoje demasiado tomar un helado en diciembre, muchas personas dejan de hacerlo por la creencia de que los alimentos fríos provocan enfermedades respiratorias.

 

Lo cierto es que los alimentos fríos no provocan ningún tipo de enfermedad respiratoria ni hacen a tu garganta más sensible, por lo que puedes tomar perfectamente un helado, una nieve o agua con hielo.

 

Sin embargo, si tú ya tienes alguna enfermedad de tipo respiratoria, como puede ser gripa o tos, lo que se recomienda sí es abstenerse de los alimentos fríos, ya que podrían hacer más difícil tu recuperación o incluso agravar algunos de los síntomas.

 

Bañarse con agua fría

 

Si te bañes con agua fría no es seguro que te enfermes, ya que como tal el agua fría no es un generador de enfermedades, pero sí podrías contraer algún virus dependiendo de otros factores.

 

Como ya se indicó previamente, las bajas temperaturas hacen a nuestro sistema inmune más vulnerable, de ahí que el frío suela asociarse a la contracción de alguna de estos tipos de enfermedades.

 

Pero si tu vida es sana y tus defensas se encuentran altas, es muy probable que tu cuerpo soporte de una manera adecuada el bañarse con agua fría de forma ocasional, pero mientras más constante lo hagas es probable que tus defensas vayan disminuyendo.

 

Las vacunas

 

Uno de los mitos que surge por parte de algunas personas que se oponen a la vacunación es que inmunizarse contra el virus como el de la influenza o el covid-19 durante esta época, no servirá de nada.

 

En ese sentido hay que precisar que esto es falso ya que las vacunas sí ayudan al combate de la mayoría de los virus para los cuales están diseñados; sin embargo, su efectividad no es inmediata.

 

Las vacunas, como las de la influenza, pueden tardar hasta dos semanas en hacer efecto, de ahí que su campaña de vacunación inicia desde octubre, cuando las temperaturas apenas empiezan a disminuir.

 

Para cuando la temporada invernal esté en su parte más alta, la vacuna y nuestro sistema inmune ya debería de haber empezado a trabajar de forma simultánea en beneficio de nuestro cuerpo.

 

De este modo podemos concluir que las mejores recomendaciones para evitar contraer alguna enfermedad en esta época es no exponerte a los cambios drásticos de temperatura.

 

También se recomienda no exponerse al contacto directo con personas que puedan estar contagiadas de alguna de estas enfermedades, así como ayudar a tu sistema inmune con algún suplemento vitamínico recetado por tu médico de confianza.

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