Medio Oriente está siempre bajo la lupa de los derechos humanos, el tema de la guerra en Siria es uno de eso tópicos que no desaparecen con el paso del tiempo, por las razones y sobre todo por las historias que ha dejado a su paso es la raíz de comentarios casi siempre negativos que muestran el rostro más deplorable de un hecho, de por sí lastimoso, pero que como nos muestra la directora británica, Sally El Hosaini en “Las nadadoras” (The Swimmers, 2022), en algunos casos tuvieron un final feliz.
La historia que está basada en hechos reales nos traslada al inicio de la ofensiva en territorio sirio, donde dos chicas Yusra (Nathaie Issa) y Sarah Mardini (Manal Issa), hijas de un nadador histórico de su país Ezzat Mardini (Ali Suliman), se encuentran viviendo momentos de felicidad, trabajando en la piscina por mejorar sus tiempos con miras a representar a su nación en las Olimpiadas de Río 2016 y disfrutando de momentos con los amigos y familiares que son coartados por los primeros ataques militares y el cambio de las condiciones sociales en el país.
El guion de la propia directora escrito al lado Jack Thorne nos cuenta la hazaña de las dos chicas, quienes impulsadas por el anhelo de llegar a la Olimpiada deciden salir de su país en calidad de migrantes buscando encontrar la mejor ruta clandestina para llegar a Alemania, su destino final.
Entre contratiempos y traiciones, Yusra y Sarah, en la compañía y aparente protección de su primo Nizar (Ahmed Malek), emprende camino, bendecidos por la autorización de sus padres, a quienes aparentemente encontrarán en Europa, luego de solicitar asilo.
El camino es complicado, pues las lleva a enfrentar uno de los más conocidos tormentos de los migrantes asiáticos a Europa, que es cruzar el mar desde Turquía hasta la isla de Lesbos en Grecia, junto con más de 10 personas en una lancha inflable muy pequeña, donde apenas caben, en condiciones realmente difíciles a enfrentar el océano y sus adversidades.
En Europa también resisten una caminata ruda, llena de estafadores a quienes tienen que recurrir para no ser detenidos y deportados, aunque la fortuna y tenacidad les permite llegar a Berlín, donde conocen a Sven (Matthias Schweighöfer) entrenador de natación, quien trabaja con Yusra, la más talentosa de las dos para impulsarla a conseguir su sueño.
El filme disponible en la plataforma de video bajo demanda Netflix, ciertamente tiene un tinte diluido para alcanzar una mayor audiencia y es un relato motivador de los protagonistas de la guerra, mostrándonos momentos impactantes, pero vistos de una forma relajada.
La cinta de Sally El Hosaini, toma distancia de filmes como “Isis: el nacimiento de un monstruo” (2017) de Paul Moreira o “Nacido en Siria” (2016) de Hernán Zin, que retratan sus historias en espacios mucho más apocalípticos y depresivos y de personajes de clase baja que interactúan más con la pobreza y la desesperanza.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.