En las últimas horas se ha generado una gran polémica en torno al delantero argentino Lionel Messi, luego de que presuntamente pateara y pisoteara una playera de la Selección Nacional de México, tras la victoria de Argentina sobre el Tricolor en el Mundial de Qatar 2022.
En las imágenes que circulan en redes sociales se puede ver la playera de México, que le fue dada a Messi por Andrés Guardado, tirada en el suelo mientras los argentinos celebraban en el vestidor la victoria albiceleste, lográndose ver una pequeña patada de Messi al jersey del Tricolor.
Aunque se puede tomar como algo que fue circunstancial, de inmediato se presentaron reacciones de la afición mexicana y uno de los más molestos fue el boxeador mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, quien dijo que Messi debe rogar nunca encontrarlo frente a frente, en un claro reto al argentino.
Se debe mencionar que esta no es la primera vez en que Messi se ve envuelto en una polémica por malas actitudes a la afición rival y a la propia, pues debemos recordar algunos pasajes bochornosos de su carrera.
En el Mundial de Brasil 2014, el argentino dejó con la mano tendida a un niño que quería saludarlo previo a su salida a la cancha, misma situación que se dio en el Aeropuerto de Madrid, cuando un anciano lo esperó por horas con libreta en mano para pedirle un autógrafo, pero Messi lo ignoró por completo.
En 2020, Lionel Messi vacacionaba con el uruguayo Luis Suárez en un yate en la ciudad de Blades, España, y unos aficionados al Barcelona pidieron una foto con el argentino, pero este se negó argumentando que no quería contagiarse de COVID-19, pese a que en ese momento él no portaba cubrebocas.
En un partido entre el Barcelona y Valencia, Lionel Messi marcó gol y corrió a gritárselo en la cara a los aficionados del cuadro naranja, agregando fuertes insultos que molestaron a los fanáticos, pero Messi ni siquiera recibió tarjeta amarilla por esta agresión.
Cuando comenzaba su andar por la Selección de Argentina, Lionel Messi presuntamente recibió orientación del exfutbolista Juan Sebastián Verón para entonar el himno argentino, pues no lo conocía, lo que molestó a un sector de la afición.