COVID-19 y escasez de vacunas, principales causas del brote mundial de sarampión

COVID-19 y escasez de vacunas, principales causas del brote mundial de sarampión

Foto: Unsplash

El sarampión, uno de los virus más contagiosos en el mundo, ha tenido un repunte en los últimos años derivado de una baja inmunización, principalmente en menores de edad, derivada de diversos factores, entre ellos el desabastecimiento de vacunas y la prioridad que se le dio al combate del covid-19.

 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, actualmente existe una cifra récord de aproximadamente 40 millones de niños que no están vacunados contra el sarampión.

 

Tan sólo en 2021 se estima que hubo 9 millones de casos positivos a sarampión y aproximadamente 128,000 muertes por este virus en todo el mundo, siendo los países en desarrollo, principalmente de África y Asia, los que se ven más afectados por este virus.

 

Sobre las posibles causas, la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de la Prevención de Enfermedades Estados Unidos consideran la reducción en el número de vacunas, así como la baja en el monitoreo de la enfermedad debido a la importancia que se le dio al covid-19.

 

A esta baja guardia que se le dio y la falta de vacunas, se le suman los brotes que hubo por lo menos 20 países, promoviendo principalmente el aumento en el número de casos.

 

La gravedad de estos números recae en que para evitar que sea considerado un virus como una pandemia, debe haber por lo menos un 95% de la población inmunizada, pero en la actualidad se estima que solamente el 81% de los niños ya tiene su primera vacuna contra el sarampión, mientras que el 71% aún no recibe la segunda.

 

Los síntomas

 

El sarampión es uno de los virus que generalmente se contagia a través de partículas en el aire o el contacto físico con personas infectadas, ocasionando síntomas como fiebre, dolor muscular y de forma más destacable erupciones cutáneas tanto en el rostro como en el cuello.

 

El sarampión se puede volver mortal cuando provoca hinchazón en el cerebro o una deshidratación extrema, además los grupos etarios con más riesgo de complicaciones son los niños menores de cinco años o adultos mayores de 30, de ahí la importancia de la vacunación.

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