Pese a que las producciones son constantes, el cine mexicano enfrenta una de sus peores crisis en los últimos años y gran parte de la responsabilidad recae en las autoridades de la “Cuarta Transformación”, que han abandonado a este arte.
Lo anterior quedó de manifiesto con la cancelación de la convocatoria y entrega de los Premios Ariel por parte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), que tomó esta decisión debido a la falta de recursos para llevar a cabo el evento.
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La crisis financiera de esta asociación es derivada de los grandes recortes de recursos que se han dado al cine mexicano por parte de la Federación, que ha decidido desde hace ya 3 años ir bajando la cantidad de recursos que se daban para proyectos de cine mexicano.
Ante este escenario, el director Guillermo del Toro puso el dedo en la llaga y además de ofrecer pagar las estatuillas para la entrega del Ariel, dejó en evidencia que el cine mexicano carece de calidad en estos momentos, pues solo se lanzan proyectos de Eugenio Derbez y Omar Chaparro.
Si bien es cierto que Derbez se ha posicionado bien en Hollywood, también es una realidad que las películas lanzadas por este cómico son de muy baja calidad y que no representan el arte que se podría mostrar de los cineastas mexicanos.
Los recortes presupuestales no solo se dan a nivel federal, pues quedó al descubierto que el Gobierno de Jalisco estaría pensando recortar hasta en un 70 % el presupuesto para el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que reúne a directores emergentes con propuestas de llamar la atención.
Sin embargo, también se debe mencionar que el público mexicano se ha acostumbrado a consumir cine malo o “palomero”, motivo por lo que las producciones de cine de personajes como Eugenio Derbez tienen buen éxito en taquilla.
Diversos filmes sin ton ni son se siguen lanzando en México y la sociedad acude rápidamente a ver estas películas, que muchas veces provienen de un reciclaje evidente y que no dejan nada bueno para el desarrollo del cine mexicano.