El Gran Premio de Brasil que se llevó a cabo este fin de semana fue el escenario para el rompimiento en la relación entre el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez y el holandés Max Verstappen, relación que parecía sólida y encaminada a darle mayores triunfos a Red Bull.
El no permitir que “Checo” lo rebasara para sumar más puntos en su pelea por el subcampeonato de Fórmula 1 puso a Max Verstappen como el enemigo número de la afición mexicana y de otras partes del mundo. Aunque dicen que ya se habló del tema y se terminó el problema, esto es difícil de creer.
Todos esperan que para 2023, Pérez y Verstappen vivan una pelea encarnizada en Red Bull que podría llegar a niveles de otras rivalidades entre coequiperos que han pasado en la historia en el gran circo.
Debemos recordar lo sucedido en 1986 en la escudería Williams, cuando sus pilotos Nigel Mansen y Nelson Piquet comenzaron una guerra sin cuartel provocada por el ego del segundo, que no quería que Mansen tomara un papel protagónico y terminaron peleando en pista, permitiendo que Alain Prost levantara el título mundial.
Precisamente Alain Prost fue protagonista de otro conflicto de grandes proporciones con su coequipero en McLaren Ayrton Senna. Esta pelea se considera la peor entre coequiperos, pues llegó a su fin con un choque entre ambos pilotos que le terminó arrebatando el título mundial a Senna para que quedara en manos de Prost.
McLaren es una escudería con historial en conflictos, pues en 2007 se presentó una dura pelea entre sus pilotos Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Este conflicto obviamente fue a causa del enorme ego de ambos volantes, lo que generó que la escudería británica perdiera el campeonato ante Kimmi Raikkonen de Ferrari.
Hamilton es muy buen piloto, pero también un tipo difícil y eso provocó una ruptura con su coequipero en Mercedes, Nico Rosberg, en 2016. La amistad de años de estos pilotos quedó de lado en la pista, donde incluso llegaron a chocar y perder puntos importantes para su escudería. El pleito terminó hasta que Rosberg alzó el título y se retiró de Fórmula Uno.
Como podemos ver, muchos de estos pleitos se han generado por egoísmos y egos entre los pilotos, por lo que lo hecho por Max Verstappen es sin duda un indicio de lo que podría suceder en 2023, donde seguramente “Checo” Pérez ya no querrá trabajar a favor del holandés.