Ayer la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que hace las funciones de banco central, volvió a subir 75 puntos base la tasa de interés con la finalidad de contener la inflación. Los mercados accionarios reaccionaron con caídas, también cayeron las criptomonedas y el euro se volvió a depreciar frente al dólar. ¿Qué está pasando? Aquí lo explicamos.
La semana pasada se emitieron los informes de inflación de las principales economías del mundo para el mes de octubre. Sin sorpresas, la Eurozona alcanzó una tasa promedio de 10.1%, la primera vez que alcanza dos dígitos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Los países más afectados son los de oriente: Letonia, Lituania y Estonia con 21.8, 22.1 y 22.4% respectivamente; Alemania registró 10.4% y Reino Unido 10.1%. La inflación más baja se registró en Francia y España con 7.1 y 7.3% respectivamente.
En la gráfica de calor se muestran en verde las inflaciones moderadas y en rojo las más elevadas. Se aprecia que Europa está desbordada y el pronóstico positivo sugiere que será hasta el fin del primer semestre de 2023 cuando el nivel de precios empiece a ceder.
Elaboración propia con datos oficiales de los bancos centrales por país.
En nuestro continente, Estados Unidos moderó ligeramente a 8.2% y en nuestro país también disminuyó a 8.5%. Este diferencial inflacionario entre México y Europa es la principal causa de que el euro se haya depreciado frente al dólar y al peso mexicano. El día de ayer se vendía un euro en 19.30 pesos, su nivel más bajo desde hace 7 años y es la primera vez en la historia que nuestra moneda se fortalece de esta manera.
Como respuesta, Estados Unidos subió su tasa de interés y ahora está a un nivel de 3.75-4.00%. Las consecuencias sin duda serán catastróficas, lo hemos repetido muchas veces en este espacio. La estrategia de los neoclásicos para detener la inflación es llevando a la economía a una “tasa de sacrificio”, eso significa disminuir el consumo por la vía del desempleo y la contracción económica, así que es de esperar que la crisis económica se profundice. Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, otrora con una postura neoliberal, esta vez está en desacuerdo de seguir aumentando la tasa de interés y está adoptando una postura keynesiana: aumentar la producción.
En nuestro país la junta de gobierno de Banxico se reunirá el próximo 10 de noviembre y aunque es costumbre que siga la tendencia marcada por la FED en esta ocasión los movimientos podrían desincronizarse porque no habría unanimidad y posiblemente tampoco mayoría para aumentar la tasa de interés, las causas son varias: a) primero, la economía mexicana está en mejor posición que Estados Unidos, sería suicida aumentar la tasa de interés ahora; b) segundo, las condiciones inflacionarias en México están siendo mejor gestionadas que en Estados Unidos.
Recordemos que, desde el mes de mayo, por iniciativa de Andrés Manuel, se puso en marcha el “Paquete Contra la inflación y la carestía” (PACIC), que atiende la inflación desde el lado de la producción y no el consumo. Se trata de tener un precio de garantía para 24 productos básicos (carne de res, huevo, leche, frijol, atún, cebolla, entre otros) y aumentar la producción de granos básicos (maíz, frijol y trigo). En septiembre el acuerdo se amplió con transportistas y distribuidores e incluye el compromiso de no aumentar los impuestos (IEPS) a gasolinas y energéticos.
A pesar de que desde el inicio muchos economistas vulgares de Forbes y Bloomberg mostraban su pesimismo sobre el plan, hoy vemos que funciona. En esta semana analistas internacionales y personajes de negocios del mundo han coincidido que la política económica mexicana ha sido de las más certeras en la estabilidad de precios. Ana Botin, presidenta de Grupo Santander, reconoció públicamente que México lleva la delantera a muchos países europeos por lo que saldrá más fortalecido de esta crisis.
Por su parte Estados Unidos ha basado su estrategia de contención inflacionaria exclusivamente en la política monetaria (aumento de la tasa de interés) lo que ha ralentizado la economía y ha hundido el poder adquisitivo de los ciudadanos comunes. Esto ha llevado a la popularidad de Biden a los mínimos niveles (40%) en lo que va de su gobierno y enfrenta elecciones intermedias el próximo 8 de noviembre por lo que muy posiblemente sea el partido republicano de Donald Trump el que consiga más espacios en el congreso.
A pesar de las condiciones internacionales adversas, en esta ocasión México no está en el abismo, sino en la cima y se debe a un cambio de la política económica. ¡Qué siga la Transformación!
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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