El estadio Cuauhtémoc está de manteles largos ya que festeja su quincuagésimo cuarto aniversario, buscando Larcamón y su gente el domingo un regalo que esté a la altura de su historia, otorgándole un grandioso espectáculo de reclasificación que culmine con otro pase a liguilla.
El dos veces mundialista ha sido escenario de grandiosos y terroríficos momentos del equipo poblano a lo largo de su historia, pasando desde eliminaciones en fases finales por el título, hasta la obtención de ellos como sucedió en el Ascenso ante Dorados en la campaña de 2006-2007, así también ese título de liga obtenido ante el Guadalajara en la campaña 82-83.
Indudablemente, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez dejó un inmueble icónico del futbol mexicano que a lo largo de los años ha sufrido algunos cambios que lo han llevado al siguiente nivel, gozando las y los poblanos de un equipo y una cancha que no le pide nada a cualquier otra institución de la Liga MX.
A sus 54 años, el coloso de la colonia Maravillas aún tiene muchos capítulos que escribir al lado del equipo de la Angelópolis que busca a como dé lugar tocar la gloria máxima y decorar las instalaciones con un nuevo título de Liga, el cual se les ha negado por mucho tiempo.