Trabajamos igual, ¿por qué no ganamos lo mismo?

Aunque cada vez la sociedad trata de incluir más la igualdad y equidad de género en aspectos de la vida cotidiana, lo cierto es que prevalecen algunos problemas que afectan directamente el desarrollo personal de las mujeres y uno de ellos es la igualdad salarial, algo por lo que se viene luchando desde hace muchos años.

La Organización de las Naciones Unidas proclamó el 18 de septiembre como el Día Internacional de la Igualdad Salarial, esto con la finalidad de visibilizar la importancia que tiene garantizar la igualdad de salarios entre hombres y mujeres que hacen un trabajo de igual valor.

Y es que pese a que en muchos aspectos de la vida, tanto personales como laborales, las mujeres llevan a cabo una actividad similar a la de los hombres, es al momento de tener una remuneración económica que muchas mujeres aún siguen estando por abajo de sus pares masculinos.

Más allá de los efectos personales que tiene en cada mujer, la brecha laboral se traduce en otras desventajas para el género femenino que superan a la desigualdad y condicionan su desarrollo personal, incluso las limita al momento de buscar una independencia económica, ya sea en un núcleo familiar o en una relación de pareja.

La igualdad salarial entre hombres y mujeres forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, mostrándolo como un ejemplo de empoderamiento para niñas y mujeres que buscan no solamente un crecimiento económico sino un reconocimiento legal por su trabajo.

Aunque en muchas empresas se ha quitado este tipo de restricciones y se continúa luchando por superar el llamado techo de cristal, que impide entre otras cosas, que mujeres alcancen altos puestos o lugares directivos en una empresa, lo cierto es que existen algunos sectores de la sociedad donde es más visible esta diferencia salarial.

Recientemente, en el medio de la farándula se dio un caso que llamó la atención por venir de la actriz estadounidense Jennifer Lawrence, quien acusó que en Hollywood a ella le pagan menos simplemente "por tener vagina", dando como ejemplo su participación en la película de Netflix "No mires arriba", donde su salario fue mucho menor que el de su coprotagonista Leonardo DiCaprio.

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El caso de Jennifer Lawrence no es único pues su símil, Bryce Dallas Howard, ha señalado que también ha sido víctima de esta brecha salarial pues su salario fue menor que el de Chris Pratt, quien fue su coprotagonista en la saga de películas de "Jurassic World".

Otra área en las que se pueden ver estas diferencias salariales es en el ámbito deportivo profesional, ya que muchas disciplinas han buscado volverse más inclusivas abriendo una liga femenil, pero sin pensar en mejorar los salarios para este sector.

Por ejemplo, en México, el futbol es uno de los deportes más populares y desde hace unos años la liga profesional cuenta con una liga femenil, pero a pesar de que ha ido aumentando su importancia deportiva, los salarios aún están muy por debajo de lo que ganan los jugadores de la liga varonil.

En promedio, una jugadora de futbol profesional en México percibe un salario de 4,000 pesos mensuales, mientras que apenas tres clubes logran pagar más de 100,000 pesos al mes a sus jugadoras estrellas, cuyos salarios van desde los 130,000 hasta los 220,000 pesos.

Pero aquellas jugadoras estrellas cuyo salario superan los 100,000 pesos son aproximadamente 15 a 20 jugadoras, mientras que en la liga varonil el promedio del salario para un jugador incluso sin ser la estrella de su equipo ronda los 750,000 pesos mensuales.

Aunque los casos arriba citados son los más visibles por la esfera en la que tienen lugar, muchas mujeres en otros sectores económicos siguen padeciendo este tipo de desigualdad y es por ello que adquiere una vital importancia darle visibilidad a la igualdad salarial entre hombres y mujeres.