El 11 y 12 de septiembre de 1971, la música y la juventud mexicana se transformó con el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro que se llevó a cabo en Valle de Bravo en el Estado de México. Considerado el “Woodsctock mexicano”, este concierto reunió a más de 150,000 personas, lo que provocó que los organizadores perdieran el control.
En ese momento, se vivía un momento histórico por la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y la del Jueves de Corpus el 10 de junio de 1971. Con emociones que todavía se vivían por aquellos acontecimientos y con la represión que experimentaba la juventud mexicana, se encontró un momento de “libertad” en un festival que tenía como temática el arte, la cultura, la expresión libre del amor y el posible uso libre de drogas.