Gandalf, Aragorn y otros personajes de "El Señor de los anillos" podrían tener su propio spin-off

Los derechos de autor han representado un problema para las productoras cinematográficas interesadas en adaptar la obra de J. R. R. Tolkien, algo que también ha afectado a los fans, pues han tenido que ver cómo algunas partes de los libros no podían ser contadas y causaban problemas en la historia. Esto ha dado un nuevo e importante giro tras la compra de los derechos de “El señor de los anillos” y “El Hobbit” por parte de la compañía Embracer Group, que ha advertido la posible llegada de nuevas producciones de la saga.

La compañía anunció la adquisición de Middle-earth Enterprises, que "posee un amplio catálogo de propiedad intelectual y derechos mundiales para películas, videojuegos, juegos de mesa, merchandising, parques temáticos y producciones teatrales" relacionados “El Señor de los Anillos” y “El Hobbit”.

Embracer Group reveló su intención de explorar nuevas vías dentro de la franquicia, luego de los estrenos de la serie de Amazon “El señor de los anillos: Los anillos de poder” y de la película de animación de Warner “La Guerra de los Rohirrim”.

"Otras oportunidades incluyen la exploración de películas adicionales basadas en personajes icónicos como Gandalf, Aragorn, Gollum, Galadriel, Eowyn y otros personajes de las obras literarias de J. R. R. Tolkien", indicó la empresa.

Los derechos de la obra de Tolkien siempre han sido un dolor de cabeza, pues desde que la empresa Tolkien State, que posee la propiedad completa de las obras literarias, llegó a varios acuerdos con editoriales como HarperCollins Publishers o Ediciones Minotauro para la publicación de las diversas novelas, las opciones para llevar a cabo adaptaciones se complicaron, pues estas organizaciones han entorpecido mucho el proceso.

La serie de Amazon, ambientada en la Segunda Edad del Sol, cuenta con los derechos de “Embracer”, pero no así de libros como “El silmarillion”, donde se habla en profundidad de los sucesos que ocurrieron en aquella época, originando una respuesta negativa de los seguidores más acérrimos de la obra de Tolkien.