En México se conmemora el Día del Médico Veterinario Zootecnista cada 17 de agosto en honor a la fundación de la primera escuela de medicina veterinaria. Esta fecha busca reconocer el trabajo y dedicación de los profesionistas que desempeñan una noble labor e indirectamente influyen en la gran industria alimentaria del país a través del cuidado de animales de granja.
La carrera de médico veterinario zootecnista ha ganado muchos adeptos en los últimos años y aunque muchos creen que se enfoca únicamente en el cuidado de mascotas, lo cierto es que la gran mayoría de sus egresados encuentran trabajo en el sector industrial.
Este es el caso de Jesús Montero, egresado de la carrera de Médico Veterinario Zootecnista por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), campus Tecamachalco, y quien actualmente tiene trabajo en un criadero de ganado porcino.
En entrevista con Imagen Poblana, Jesús Montero explica que para estudiar esa carrera debes de tener un gran amor por los animales, pero sobre todo mucha dedicación, pues no es fácil enfrentarse a situaciones donde una vida depende de su trabajo.
"No comparo a un humano con un animal, pero finalmente todos somos seres vivos y nuestro trabajo es tan loable como el de un cirujano o un médico general, aunque nosotros tenemos un campo de trabajo más amplio y muchas veces, menos reconocido", explica Jesús.
Desde que estaba estudiando, supo que había una oportunidad de trabajar en su especialidad dentro del sector alimentario, pues su estancia en un campus regional le permitió entrar en contacto con un ambiente más rural en el que aún hay mucha industria pecuaria.
Fue por ello que su servicio social y prácticas profesionales las llevó a cabo en una de las plantas avícolas que hay en la región, aunque una vez que egresó, llegó a un rancho dedicado a la crianza de cerdos y ovinos para consumo humano.
Jesús señala que el campo laboral en este tipo de lugares es mejor remunerado en comparación con la atención a pequeñas especies o mascotas, además de que constantemente hay vacantes en empresas de este giro.
"Muchos compañeros confunden el ser veterinario con ser animalista, olvidan que tenemos un deber con el cuidado de los animales sin importar que estén destinados para el consumo humano, yo creo que sea cual sea su destino, tienen derecho a recibir atención médica mientras viven", expone.
Como profesional dentro de ranchos o criaderos, su trabajo puede ser variado, pero se centra en el cuidado de los ejemplares a través del suministro de vacunas, vigilancia alimenticia, asistencia en la reproducción y prevención de infecciones.
Es justamente la prevención de infecciones uno de los trabajos que, para Jesús, requiere de la mayor dedicación, pues son animales que no deben de consumir tantos antibióticos, por lo que actualmente hay alternativas preventivas para evitar infecciones y no tener que pelear con ellas ya desarrolladas.
"Es un trabajo muy delicado porque no solamente debes de mantener bien al cerdo, sino que además debes de pensar que todo lo que le suministres debe ser metabolizado rápidamente o de lo contrario se quedará ahí al momento de la matanza", señaló.
Consideró que un buen veterinario podría ser el eslabón para que la industria mejore en la producción de alimentos sin tener que depender tanto de los ingenieros, que ven la crianza desde una perspectiva mecánica y se olvidan del bienestar del animal.
