Más de cien clientes de Liverpool podrían recibir en los próximos días o semanas una Smartv que, por un error humano, compraron en línea a menos de 2,000 pesos, pues aunque la tienda ya canceló sus pedidos, la ley terminará dando la razón a los clientes.
A continuación, Imagen Poblana hace un recuento del caso y lo que ha pasado en otros casos similares, así como el procedimiento que los clientes deben de seguir cuando se enfrentan a este tipo de situaciones.
El ofertón de Liverpool
Entre la noche del 1 y las primeras horas del 2 de agosto, varios clientes de Liverpool se percataron que la tienda en línea estaba ofreciendo televisiones tipo Smartv en menos de $2,000, cuando su valor normal ronda entre los $10,000 y $20,000.
Los clientes rápidamente agregaron los productos a su bolsa virtual y procedieron a pagar y pedir el producto, aprovechando lo que parecía ser un descuento único y pocas veces visto, ya que correspondía a un descuento de casi el 90 por ciento.
Los productos en cuestión fueron los siguientes:
Samsung Led Smart TV 50 Pulgadas 4K con Tizen, cuyo valor con descuento era de $1,933.56, pero su valor normal es de $20,999.
Samsung Led Smart TV 55 Pulgadas, 4K con Tizen, que con descuento se vendió en $1,610.61, aunque su precio normal es de $17,149.
Samsung Led Smart TV 43 Pulgadas, 4K con Tizen, que se remató en $1,288.86 pese a que su valor normal es de $13,499.
Hasta ese momento todo iba bien, la tienda reconoció el pedido, envió confirmaciones por correo electrónico y el dinero se descontó de las cuentas de los clientes, pero apenas un día después recibieron un correo indicando que su pedido había sido cancelado.
El caso comenzó a hacerse viral en redes sociales bajo el hashtag #LiverpoolNoCumple, porque los clientes aseguraron que la tienda canceló el pedido de forma unilateral, ya que todo apuntaba a que el precio de las Smart era erróneo y no pretendían hacer válido su error.
Clientes piden apoyo a la Profeco
Después de darse a conocer el caso, al menos 125 consumidores han presentado quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), entre el 3 y 4 de agosto, a fin de que la tienda respete su promoción y entregue los artículos.
"Atentamente se solicita que, aquellas reclamaciones que por dicho motivo se reciban en las Oficinas de Defensa del Consumidor, sean canalizadas al Teléfono del Consumidor a través del correo: conciliaexpres@profeco.gob.mx", pidió la Profeco en un comunicado.
A través del mecanismo inmediato de solución de controversias “Conciliaexprés”, la Profeco revisará cada uno de los casos para acreditar que efectivamente la tienda emitió un número de pedido y después lo canceló de forma unilateral.
Para ello, los demandantes tendrán que presentar toda la evidencia posible como son capturas de pantalla, fotos, videos, correos electrónicos y cualquier cosa que sirva para demostrar que compraron las pantallas a ese precio, que las pagaron y que después todo se esfumó.
¿Qué ha pasado en otros casos?
Podría ser un proceso que dure semanas, pero tomando en cuenta casos del pasado, seguramente Liverpool terminará entregando las pantallas a la mayoría de los compradores que logren demostrar fehacientemente su compra con todo y el descuentazo.
Legalmente, están obligados a hacerlo, pues se trató de un error por parte de su personal y según el artículo 50 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, si el autor de la promoción no cumple su ofrecimiento, el consumidor podrá optar por exigir el cumplimiento, aceptar otro bien o servicio equivalente o la rescisión del contrato.
En este sentido, para una tienda como Liverpool resulta más factible entregar la pantalla que remunerar a cada agraviado la diferencia económica entre el precio al que se ofreció el bien y su precio normal, que en este caso supera los 10,000 pesos en todos los productos.
No es la primera vez que ha pasado está situación, aunque uno de los casos más mediáticos fue el de Sony de México, que en noviembre de 2020 lanzó en su tienda en línea la preventa de la consola de videojuegos PS5 con un 30 por ciento de descuento.
Cientos de clientes compraron la consola, pero después la empresa simplemente canceló los pedidos e hizo los reembolsos, negándose a reconocer las ventas que se habían hecho a poco más de 8,000 pesos.
En este caso, Sony de México se negó a conciliar y el caso se alargó por más de 10 meses hasta que los consumidores, con el respaldo de la Profeco, presentaron una demanda colectiva para que se respetara la promoción, además la Profeco aplicó una multa por publicidad engañosa.
En otros casos menos sonados, tiendas departamentales cómo Coppel, Walmart y Soriana han aceptado sus errores y han entregado mercancía con el súper descuento a clientes que aprovecharon el error de algún trabajador.