El municipio de Valle de Bravo, en el Estado de México, ya sufre los efectos de un crecimiento desmedido y la sobreexplotación turística y para prueba están los niveles históricos de contaminación de su lago.
Dicha contaminación provocó que este fin de semana se tuviera que convertir en duatlón la prueba de triatlón que se tenía programada para este fin de semana y que se llevaba a cabo de forma ininterrumpida desde 1988.
El evento tuvo tal modificación debido a que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que, derivado del monitoreo mensual, se detectaron cargas excedentes de coliformes totales y fecales que son un riesgo a la salud humana.
Por ello, la prueba acuática tuvo que cancelarse y solamente se hizo el duatlón en bicicleta y atletismo, del cual resultaron ganadores los triatletas hidalguenses Eligio y Fernanda Cervantes, según informaron las redes sociales del evento.
Eligio Cervantes ganó el Triatlón Valle de Bravo que se convirtió en Duatlón en la distancia Olímpica#triatlonmexico #triatlon #vallledebravo #nadaruedacorre #tri365 pic.twitter.com/xtyonpj9V6
— Triatlón México (@triatlonmex) July 31, 2022
Descargas ilegales
La prueba acuática del triatlón se haría en el conocido lago de Valle de Bravo, el cual es parte de la presa Miguel Alemán Valdés y en la cual desembocan 19 arroyos y 5 ríos, entre ellos el río Tizates que enfrenta la mayor problemática de contamina por las descargas ilegales.
Este río atraviesa la mancha urbana y debido al crecimiento poblacional y los desarrollos turísticos, se han creado desagües clandestinos que vierten desechos de estos lugares directamente al río.
Esto se suma a la falta de conciencia de la gente que arroja desechos como animales muertos, muebles, neumáticos, entre otros, y provocan que cuando el río desemboca en el lago ya lo haga completamente contaminada.
En general, todos los ríos de esta zona presentan la misma problemática pues el río Amanalco, por ejemplo, también sufre la contaminación a través de descargas de granjas con desechos animales, así como los químicos que se usan en los cultivos.
En la zona se ha señalado que lo más preocupante es el crecimiento desmedido de los nuevos desarrollos inmobiliarios que ofrecen muchas comodidades sin pensar en que no existe la adecuada infraestructura para los sistemas de desagüe.
A esto se le suman los restaurantes y centros turísticos que se han creado en torno al lago y que poco a poco han ido aumentado la mancha urbana en torno a esta zona, que es una de las últimas que quedan en la zona metropolitana de la Ciudad y el Estado de México.